Pere Aragonès no se ha mordido la lengua en pleno debate por la financiación de Catalunya. En medio de declaraciones confusas en las que, mientras Pedro Sánchez acepta una "financiación singular" para Catalunya, desde el PSOE descartan un concierto como el vasco, el presidente catalán ha querido aclarar que su propuesta no es nada más que "la llave de la caja", la soberanía fiscal, el concierto económico.

"Nos tenemos que dotar de un sistema de financiación singular, que no significa nada más que tener la llave de la caja, tener un concierto como el que tienen el País Vasco y Navarra. Que nadie haga un equívoco con las palabras e intente diluir la financiación singular con un nuevo café para todos", ha dicho Aragonès en la presentación del Informe Anual de la Economía Catalana 2023.

Un Aragonès que parecía que estuviera de nuevo en campaña, lo ha querido dejar todavía más claro: "Cuando hablamos de financiación singular, hablamos de soberanía fiscal, que Catalunya pueda recaudar todos los impuestos y disponer de ellos para las necesidades que considere. Hablamos de una financiación justa. Hablamos de una financiación propia". "Nos haríamos un flaco favor si tergiversáramos la propuesta", ha añadido.

El presidente del Govern ha lamentado que Catalunya "no tiene las herramientas que tienen otras sociedades" para transformar las mejoras económicas en bienestar para el país y reducir las desigualdades, pero ha asegurado que ahora hay opciones de conseguirlo mediante la reforma del sistema de financiación.

"Tenemos la ventana de oportunidad para acabar con el espolio que sufre nuestro país, y es imprescindible utilizar las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Es imprescindible cumplir con el deber que tenemos por delante, necesitamos tener todos los recursos que tenemos a nuestro alcance para asumir retos como la vivienda, la salud y dependencia, la reducción de las desigualdades y el apoyo a nuestro tejido productivo," ha argumentado.

"La Catalunya de los 8 millones de habitantes no puede funcionar con los recursos de la Catalunya de los 6 millones de habitantes", ha seguido, y ha insistido en una "financiación justa que ponga fin de una vez por todas con el espolio fiscal de 22.000 millones de euros el año".

La financiación ha vuelto a escena y se ha situado en el centro de las negociaciones para formar Govern en Catalunya, con el fantasma de una posible repetición electoral en el horizonte. Salvador Illa ganó las elecciones, pero la posición ambigua del PSC y el PSOE sobre el modelo de financiación dificulta un acuerdo con ERC, por lo cual el candidato socialista ha transmitido al presidente del Parlament, Josep Rull, que de momento no optará a la investidura. Junts tampoco quiere hacerlo de momento, pues considera que primero le toca en Illa y, además, el independentismo no suma.

“La economía catalana va bien”

Pere Aragonès anunció después de perder las elecciones, en las que quedó tercero, que se retiraría de la primera línea política cuando deje el cargo de presidente en funciones. Pero este miércoles ha hecho un discurso con aires preelectorales, con un mensaje muy claro hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también triunfalista en cuanto a la economía.

“La conclusión que me llevo [de la presentación del anuario económico] es que la economía catalana va bien, especialmente si lo miramos en términos relativos respecto a nuestro entorno", ha dicho. Pese a salir de una pandemia, la inflación provocada por la guerra de Ucrania y la sequía, “hoy la economía catalana es un sólido motor de la economía europea”, ha asegurado. Y cuando ha hablado de las cuestiones negativas, como que el bienestar de las personas no mejora lo que mejora la economía, ha culpado al modelo de financiación.

"Hoy dejamos un país mucho mejor que el que nos encontramos al inicio de la legislatura", ha añadido Aragonès, y ha querido destacar que “hay más personas trabajando en Catalunya que en toda la historia”.