Sube la tensión y empiezan las desavenencias entre socios en la negociación de los presupuestos del Govern después del golpe que supuso que ayer la CUP, socia prioritaria del Govern, anunciara que presentaría una enmienda a la totalidad en las cuentas pero que seguiría con las negociaciones, a solo seis días del debate a la totalidad. Poco después de este anuncio, tanto el Govern como los portavoces de ERC y Junts aseguraron que seguirían negociando con los anticapitalistas para así blindar la mayoría independentista del Parlament, pero hoy el presidente, Pere Aragonès ha planteado un nuevo escenario sin previamente haberlo pactado con Junts.

 

En la sesión de control del Govern y en una respuesta a la presidenta de los comuns Jéssica Albiach, Aragonès ha alargado por primera vez la mano a su grupo para negociar los presupuestos, después de semanas en las cuales los comunes se han ofrecido constantemente para facilitar la aprobación de las cuentas: "Sentémonos y hablemos de los presupuestos", ha dicho Aragonès a Albiach, que ha avisado, eso sí, que tiene que ser una negociación sin excluir a las fuerzas políticas de la investidura: Junts, ERC y CUP.

La líder dels comuns, Jéssica Albiach, en la sesión de control / Sergi Alcàzar

Este ofrecimiento, sin embargo, ha cogido por sorpresa al partido del presidente Carles Puigdemont. El presidente de Junts en el Parlament Albert Batet, después de valorar que los presupuestos son muy buenos gracias al trabajo que ha hecho el conseller de Economía Jaume Giró, ha reprochado a Aragonès que se haya abierto a nuevas mayorías "no acordadas". Asimismo, le ha pedido que no desperdicie el aval que representa tener la mayoría independentista mayor de la historia del Parlament: "Por eso entendemos que ERC hizo el acuerdo de investidura con la CUP, y por eso nosotros hicimos el acuerdo de legislatura con ERC. Somos el 52%", ha sentenciado Batet.

Con todo, Aragonès ha replicado que trabajará "hasta el último segundo" para aprobar los presupuestos con una mayoría "plural y diversa", lo que ha asegurado que implica "ceder y plantear nuevos retos": "Tenemos que hacer de la diversidad un activo", ha reiterado Aragonès para dar más fuerza a su argumento de abrirse a negociar con los comunes, y ha aclarado que eso en ningún caso tiene que suponer la exclusión de la mayoría independentista.

Aragonès descarta al PSC

Así de convencido se ha mostrado Aragonès sobre que hay que construir nuevas alianzas para conseguir los apoyos necesarios para los presupuestos, pero en cambio se ha mostrado completamente contrario a abrir las negociaciones con el PSC. Esta misma mañana su líder Salvador Illa ha pedido una reunión con Aragonès para abordar el tema, y en la sesión de control Aragonès ha sido muy claro: "No compartimos modelo de país".

En este sentido el presidente ha dicho que no tienen ningún problema para reunirse con los socialistas, pero ya lo ha avisado de que no llegarán a acuerdos porque cree que el PSC "quiere ver rota la mayoría independentista", y ha dicho que no quieren pactar con los socialistas estas cuentas porque "en política no hay nada gratis" y no quieren renunciar a los objetivos de estas cuentas, que según Aragonès marcan una transformación verde, feminista y también democrática, porque caminan hacia el derecho de autodeterminación del país.