Cuando todavía no ha cumplido ni un mes de vida, el trabajo empieza a amontonarse encima de la mesa del gobierno de Pere Aragonès. Desde las urgencias en relación a la vivienda y los desahucios, en la controvertida ampliación del aeropuerto del Prat, o la búsqueda de aliados para aprobar los presupuestos del próximo año hasta el pressing para que Pedro Sánchez no pretenda enterrar el tema catalán con la concesión de los indultos.
Para trazar la ruta que tendrá que emprender en todas estas materias, el president ha empezado a pasar consulta con los líderes de todos los grupos políticos del Parlamento de Catalunya. Todos menos Vox. Los primeros de despachar en las dependencias presidenciales han sido los representantes de Junts per Catalunya, los socios del Govern.
Sobre las seis y media de la tarde, Albert Batet y Marta Sales se han reunido con Aragonès para repasar las carpetas pendientes sobre la mesa y discutir aquellos asuntos en los cuales hay divergencias a pesar de compartir gobierno. El caso más paradigmático es el de la estrategia independentista. La semana pasada, los reconciliados socios del ejecutivo vivieron el primer episodio de discordia en este aspecto. Fue como consecuencia de las palabras de Oriol Junqueras que, en un artículo en el Ara y La Sexta, ponía en duda la viabilidad de cualquier camino que no sea el referéndum pactado para alcanzar la independencia, que se ha leído como una enmienda a la unilateralidad. Al día siguiente mismo tuvo una réplica inmediata de la jefe de filas de Junts, Jordi Sànchez, que ha driblado una revuelta interna de algunos cuadros que pretendían apartarlo por haber afirmado que el objetivo del 1-O era forzar el Estado a negociar.
Al salir de la cita, los junteros han emitido un comunicado y la consellera de la Presidencia, de ERC, ha comparecido ante los medios. Tanto la nota de Junts como Laura Vilagrà han coincidido en expresar "su determinación para avanzar para alcanzar la República Catalana", poniendo en valor el hito de haber obtenido el 52% de los votos independentistas el pasado 14 de febrero. En paralelo, se han conjurado en trabajar por la salida de la crisis derivada de la pandemia.
"Resultados en los próximos meses y años"
Con la concesión inminente de los indultos sobre la mesa, Aragonès y los líderes de Junts han situado la amnistía y la autodeterminación como la única solución. Los de Puigdmeont, escépticos con la mesa de diálogo que promueve ERC, se han mostrado dispuestos a participar "de manera honesta y sincera", pero a la vez han recordado que "si no hay resultados tangibles, habrá que explorar todas las vías de acuerdo con los organismos de coordinación, tal como establece el acuerdo de Govern", una frase que se ha hecho suya la consellera de Presidencia y que viene a matizar la carta donde Junqueras afirmaba que cualquier otra vía que no sea el referéndum pactado no es deseable ni viable.
Preguntada específicamente por qué margen da al ejecutivo de Aragonès a la negociación con el Estado, Vilagrà ha explicado que esperan "resultados en los próximos meses y años", que el compromiso es "monitorizarla" y que el orden del día tiene que ser en torno a la autodeterminación y la amnistía. Para la primera reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, todavía no hay fecha.
La ampliación del aeropuerto
La reunión entre Aragonès y los miembros de Junts se ha celebrado instantes después del encuentro de la mesa| institucional que el presidente ha convocado para debatir sobre el futuro del aeropuerto del Prat. La petición de Aena de construir una tercera pista en plena reserva natural del delta del Llobregat también genera discrepancias en el seno del ejecutivo de coalición entre ERC y Junts. Aunque Aragonès ha intentado no posicionar explícitamente en contra, sí que ha dejado claro que cualquier actuación tendrá que proteger el medio ambiente. Además, a lo Ayuntamiento de Barcelona, los republicanos han cerrado filas con Ada Colau, que se opone a la obra.
En cambio, en nombre de Junts, el vicepresidente Jordi Puigneró ya dejó claro al pleno de la semana pasada que "Catalunya no puede permitirse el lujo de no tener un aeropuerto preparado para la economía del SXXI". Aena argumenta que con la tercera pista podrían establecerse conexiones intercontinentales que ahora mismo no existen y tienen que hacer escala en Madrid.