La quinta ola de la Covid, especialmente virulenta en Catalunya, ha aguado las buenas perspectivas de recuperación que había depositadas de cara a este verano. A pesar de todo, la previsión es que el balance del año acabe en positivo, concretamente con un aumento del PIB catalán del 6%. "A pesar de las dificultades de las últimas semanas que pueden afectar a la velocidad de crecimiento, estamos en crecimiento", ha confirmado el president de la Generalitat durante la clausura del acto de presentación de la Memoria Económica de Catalunya 2020, publicada por el Consell General de Cambres de Catalunya.
La exposición de Pere Aragonès se ha dividido en dos partes. La primera, para encender las luces de alarma y reclamar el máximo compromiso de la ciudadanía para surfear la nueva ola sin ahogarse. Para la parte final, el president ha reservado un canto a la esperanza, a la confianza en que Catalunya saldrá reforzada si se apuesta —como él defiende— por una transformación profunda del modelo productivo.
"El esfuerzo de un Estado no independiente"
La edición de la memoria económica de las cámaras catalanas, centrada lógicamente en analizar el impacto de la Covid-19, ha coincidido con la semana negra con respecto a los datos de la pandemia, justo cuando el gobierno se haya visto obligado a ordenar un retroceso en la reapertura de las restricciones. En este sentido, Aragonès ha alertado que la nueva ola, que "vuelve a tensar el sistema sanitario, especialmente la atención primaria", "en términos reputacionales, puede afectar a la recuperación económica que se había iniciado". Por eso, al lado del esfuerzo de la administración por acelerar el proceso de vacunación, ha aprovechado el acto para hacer "un llamamiento de nuevo a la responsabilidad, que todo el mundo siga las recomendaciones de protección". Distancia y mascarilla. La Generalitat ha rogado a los catalanes que vuelvan a ponérsela para ir por la calle, aunque desde Sant Joan ya no es obligatorio.
Con todo, el jefe del ejecutivo catalán se ha mostrado "convencido de que podremos superar" esta nueva sacudida pandémica. "Los datos lo confirman", ha justificado, agarrándose a los pronósticos compartidos por las cámaras. Durante su discurso, Aragonès ha querido sacar pecho de la "rápida respuesta de las administraciones públicas", que según ha defendido ha tenido una "contribución positiva al crecimiento". Y lo ha contrapuesto a la reacción "totalmente diferente a la crisis de 2008, que se tardó cuatro años". Ha sido, desde su punto de vista, una "clásica respuesta keynesiana" importante, especialmente en materia fiscal, a la cual ha contribuido, también, el Banco Central Europeo. Sobre el papel de su ejecutivo, ha valorado "el esfuerzo extraordinario" que se ha llevado a cabo "a pesar de no tener un estado independiente". Y ha puesto como ejemplo que las ayudas de la Generalitat han triplicado las aportadas por el Estado.
"Pensar a lo grande"
Ahora bien, aparte de parar el golpe inmediato, el president ha insistido en que hay que aprovechar para hacer una gran transformación, haciendo uso de la palanca de los fondos Next Generation. "Hay que ser conscientes de que los niveles de paro son inaceptables, nos tenemos que rebelar contra estas cifras", ha dicho. La receta, "pensar a lo grande", como hizo Maragall "hace 30 años con los JJ.OO de Barcelona", cuando no sólo se transformó la ciudad, sino también "la actitud". Precisamente este jueves, ERC y JxCat se dividieron a la hora de votar una moción del PSC que instaba al Govern a presentar candidatura para acoger los JJ.OO. de invierno de 2030. Los republicanos se abstuvieron porque no lo ven claro y apuestan por hacer una consulta en todo el territorio. Los junteros, en cambio, votaron a favor.
Hoy, Aragonès ha señalado que "hay que volver a recuperar aquella capacidad imaginativa" de la Barcelona olímpica, pero que "más allá de los grandes acontecimientos", se tiene que poner el foco en los fondos Next Generation para impulsar las cuatro transformaciones —social, verde, feminista y democrática— que ha proyectado para su mandato.
"Tenemos la oportunidad de dar un gran salto adelante", ha remarcado. Y ha pedido ayuda. "El Govern no lo puede hacer solo, proponemos una gran alianza entre sociedad e instituciones para colaborar en el ámbito de los fondos europeos y las políticas públicas". Todo, "sólo con un objetivo: la mejora del bienestar de la ciudadanía de Catalunya, generar prosperidad. Hacer más fácil, amable y feliz la vida de la ciudadanía".