Con los indultos acaparando todos y cada uno de los titulares, el Govern de la Generalitat ha comunicado este mediodía que Pere Aragonès tiene previsto asistir a la cena de gala de apertura del Mobile World Congress el próximo domingo y a la inauguración oficial que tendrá lugar al día siguiente. El president, pues, volverá a coincidir con el rey Felipe VI, después de las jornadas del Cercle d'Economia de la semana pasada. El argumento, que la presencia de la corona no condicionará la agenda ni los intereses de la Generalitat.
Con la cancelación del congreso mundial de telefonía móvil, Catalunya entraba de lleno en el túnel de la pandemia del coronavirus. Ahora que por fin el acontecimiento vuelve a Barcelona, el gobierno catalán quiere aprovechar para fortalecer y consolidar relaciones. Como ya hizo su predecesor, Quim Torra, en la última edición del MWC, el president encabezará la inauguración del certamen. Queda por ver si Aragonès esquivará o no la foto al lado del monarca, que el miércoles pasado le pidió un posado conjunto al lado del presidente de Corea del Sur. Torra así lo hizo. La previsión oficial es que lunes el president, el vicepresident Jordi Puigneró y el conseller de Empresa, Roger Torrent, lideren la delegación catalana. Como es habitual, el Govern de la Generalitat situará un estand.
El besamanos y los CDR
La víspera, el domingo, Aragonès ha confirmado su asistencia a la cena que dará el pistoletazo de salida al congreso. El año 2019, Torra también estuvo presente en la comida y compartió mesa con Felipe VI. Fue en la sala oval del Museu Nacional d'Art de Catalunya. El Rey y el president se sentaron cara a cara, acompañados de la ministra de Economía Nadia Calviño, el de Ciencia y Tecnología Pedro Duque y la de Administraciones Territoriales, Meritxell Batet. A pesar de compartir mesa, Torra -como Colau- esquivó el besamanos previo organizado por la Casa Real, como hizo Aragonès el otro día en el Cercle.
Aquella cena vino precedida de una concentración de los CDR, que hicieron saber al monarca que no era bienvenido. En su intervención, el Rey afirmó que España era reconocida internacionalmente como una "democracia plena".
Durante la reunión del Cercle d'Economia de la semana pasada, Aragonès optó por declinar la invitación de asistir a la cena, porque ya hacía acto de presencia en la conferencia inaugural y en un cóctel previo que también contó con Felipe VI. Al banquete acabó enviando a la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, después de que Jordi Puigneró se hiciera atrás y rechazara ir en sustitución del president.