Desde julio del 2021 solo ha habido un mes, marzo del 2022, con un registro de precipitaciones consideradas normales. Este es uno de los datos que ha expuesto este mediodía el president de la Generalitat, Pere Aragonès, para advertir que la sequía es ahora mismo el problema más grave y urgente que tiene que hacer frente Catalunya como país, y el que más preocupa su gobierno. El president ha comparecido en rueda de prensa, para presentar el proceso de elaboración del acuerdo de claridad, y para exponer la situación de la sequía, ante la cual ha reclamado "máxima responsabilidad" a partidos e instituciones, y ha llamado a "evitar bloqueos".
Aragonès ha recordado que esta falta de precipitaciones se suma a un incremento de las temperaturas que ha contribuido a la pérdida de agua por evaporación y ha advertido que todo ello ha provocado una sequía más grave que la del 2008, la peor de los últimos 50 años. Ante esta situación hace un mes el Govern pasó de la fase de alerta a excepcionalidad en las cuencas del Ter-Llobregat y Muga-Fluvià, las que concentran la mayor parte de la población.
El jefe del ejecutivo catalán, que ha asegurado repetidamente que el Govern sabe cómo hacer frente a esta situación, ha subrayado que es imprescindible continuar la construcción de nuevas infraestructuras, nuevas desaladoras y nuevas potabilizadoras, y ha explicado que en el 2023 el ejecutivo está avanzando en la nueva estación de tratamiento de agua potable en el Besós, la ampliación de la desaladora del Tordera y un nueva desaladora en la cuenca del Foix.
Ha asegurado que el Govern acelerará las inversiones, "algunas de las cuales acumulan demasiados años de atrasos", para ahorrar agua y hacer un uso el máximo de eficiente. Con todo, ha admitido que los decretos adoptados en el 2008 han permitido superar los 32 meses sequía, sin entrar hasta ahora en fase excepcionalidad.
En esta contexto, y después del fiasco de la cumbre de partidos, Aragonès ha hecho un llamamiento al consenso. La situación es grave y nos obliga a todos al máximo de responsabilidad, al gobierno, instituciones y grupos parlamentarios. Nos exige en todos la voluntad de sumar y alejarnos de bloqueos que solo nos dificulta ser útiles", ha advertido.
El president se ha referido a medidas a largo plazo, a través del plan de gestión de las cuencas internas del ACA; a medio plazo, "para disponer en pocos meses de las infraestructuras necesarias para revertir dificultades, singularmente potabilizadoras"; y a corto plazo "para aprovechar al máximo toda el agua y hacer uso eficiente, para así demorar al máximo la entrada restricciones más severas". Se ha referido al traspaso del agua del pantano de Sau a Susqueda; el incremento de agua regenerada en el último tramo del río Llobregat; a la puesta en marcha de la acequia condal, cerrada hacía años; a la recuperación de pozos del Besós, en la depuradora de Blanes...
Aragonès ha explicado que los presupuestos de este año destinan más de 700 millones de euros en infraestructuras y mejoras para hacer frente sequía, y que se movilizarán recursos del ACA, remanentes acumulado de los últimos años,