El vicepresident del Govern en funciones de president, Pere Aragonès, ha anunciado que el Ejecutivo "alegará y defenderá los argumentos jurídicos" ante la suspensión cautelar por parte del TSJC del decreto de aplazamiento electoral, acordado entre el mismo Ejecutivo y la mayoría de partidos y firmado por el mismo Aragonès.
Aragonès también ha asegurado que el Govern dará "todas las certezas para proteger la vida de la gente, los derechos democráticos y la soberanía de Catalunya, como hemos hecho hasta ahora". "Exigimos claridad de todas las partes dejando los intereses al margen", ha instado.
La aceptación de las cautelarísimas por parte del tribunal ha dejado sin efecto el decreto de aplazamiento electoral, volviendo a dar vigencia a la fecha inicial, el 14 de febrero. Ahora bien, en los próximos días el TSJC tendrá que entrar en el fondo de la cuestión y tomar una decisión sobre si el aplazamiento se ha hecho bien y sobre si la pandemia obliga a buscar otra fecha.
Por otra parte, Aragonès ha considerado "inadmisible" que se judicialice "la lucha contra la pandemia" de la Covid-19 y ha recordado que "no es el momento de jugar con la salud de la ciudadanía". "El Govern defiende la soberanía política y defenderemos los criterios epidemiológicos y de máxima participación democrática, un acuerdo de la gran mayoría de partidos", ha reivindicado.
Mientras esta ha sido la posición del máximo responsable y candidato de los republicanos a las elecciones, mucho más contundente se ha mostrado el partido. La portavoz, Marta Vilalta, ha señalado directamente a los socialistas catalanes como los responsables de la resolución -provisional- del tribunal. "El PSC apunta, la Moncloa maniobra y la justicia ejecuta", ha denunciado. Al mismo tiempo, se ha dirigido al ministro de Sanidad y cabeza de lista del PSC a las elecciones, Salvador Illa. "Felicidades, ya tienes lo que querías", ha afirmado. Y ha acabado con una advertencia, que es que "en las urnas, cuando sean las elecciones" ERC no dejará que salga adelante.