La alianza del presidente español, Pedro Sánchez, con Marruecos, dando apoyo a la ocupación del Sáhara Occidental por este país, ha irritado profundamente a Argelia y las consecuencias se empiezan a sentir. El país que exporta la mayoría del gas que se consume en España ha advertido que quiere hacer tabla rasa, y el secretario general del ministerio de Asuntos Exteriores argelino, Chakib Kaid, ha indicado que "está claro que Argelia revisará todos los acuerdos con España, y en todos los terrenos, para ver como la relación evolucionará en el futuro". Argelia es el principal exportador de gas a España, y cubre el 40% de sus necesidades, con lo que cualquier restricción podría comportar un alza de precios de la energía, con un índice de inflación que ya ha llegado al 9,8%. El segundo exportador de gas a España, a mucha distancia, es Estados Unidos (con el 19%) y el tercero Nigeria (13%).
Argelia ha tomado unas primeras medidas contra España y ha excluido los vuelos de Air Algérie a Madrid y Alacant, a pesar de haber anunciado un programa de 64 rutas aéreas después de la pandemia de la covid. También ha suspendido los convenios para la repatriación de emigrantes argelinos detenidos en España. El gobierno de Pedro Sánchez, a través del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha intentado hacer un gesto hacia el gobierno argelino y ha expulsado a este país Mohamed Azzouz Benhalima, a un antiguo cabo del ejército argelino y miembro del movimiento islamista Rachad, que reclamaba Argel, pero eso no ha calmado el malestar gubernamental.
El apoyo de España a Marruecos, que se suma al de Estados Unidos, ha situado el país alauí en el liderazgo del Magreb, y eso descabalga a Argelia para esta opción, a la que siempre había aspirado coincidiendo con su potencial energético. Coincidiendo con esta ruptura de equilibrios en el Magreb, Argelia ha empezado a ser tratada con cuidado por EE.UU., cuando tradicionalmente era aliada de Rusia, ayer se trasladó allí el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, para estrechar relaciones. En cambio, Sánchez ha seguido reforzando las relaciones unilaterales con Marruecos, y hoy ha conversado con el rey Mohamed VI, que le ha agradecido su apoyo para la incorporación del Sáhara Occidental, antigua colonia española. El rey de Marruecos ha invitado a Sánchez a visitar el país magrebí en las próximas semanas, a pesar de la preocupación internacional que está creciendo con Argelia, y el riesgo de alza de precios de la energía.