Represalias. Argelia ha suspendido el tratado de amistad con el estado español por el giro sobre el Sáhara Occidental, tal y como lo ha anunciado este miércoles por la tarde el presidente del país, Abdelmadjid Tebboune, por "el injustificado" apoyo al plan de autonomía del Marruecos sobre el territorio. Así pues, la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España será "inmediata". Recordemos que el acuerdo fue firmado hace casi dos décadas: el 8 de octubre del 2002. "Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", ha declarado.
En este sentido, Argel ha reprochado el apoyo del ejecutivo de Pedro Sánchez a una "fórmula ilegal e ilegítima" como es la autonomía planteada desde Rabat, que propone una política colonial de "hechos consumados" mediante "argumentos falaces", según el comunicado recogido por la agencia de noticias oficial APS. El mismo medio recoge que "la posición del Gobierno es incompatible con la legitimidad internacional que lo impone su posición de bastante gestora y con los esfuerzos de Naciones Unidas y del nuevo enviado personal del secretario general de la ONU, y contribuye directamente al deterioro de la situación en el Sáhara Occidental".
Más represalias
Justo este miércoles por la mañana saltaba la noticia: Argelia ya boicotea los productos españoles, como represalia para enterrar la autodeterminación del Sáhara Occidental. La cuestión es que desde abril han crecido al país africano las restricciones a la importación de productos españoles. Se empezó con la compra de carne de vacuno, pero las restricciones llegan a otros sectores hasta el punto de ir en contra del acuerdo de asociación con la Unión Europea firmado el año 2005. Este boicot no estaba reconocido por las autoridades argelinas, pero la suspensión del tratado pone de manifiesto la existencia de importantes represalias de Argelia contra el estado español. Un tratado que se puede consultar al Boletín Oficial del Estado (BOE).
Entre otras cosas, el tratado de amistad entre Argelia y el estado español reconocía en sus principios generales el "con respecto a la legalidad internacional", la "igualdad soberana", la "no intervención en asuntos internos", "la abstención de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza", "el arreglo pacífico de controversias", la "cooperación para el desarrollo", el "con respecto a los derechos fundamentales y a las libertades fundamentales de las personas" y el "diálogo y comprensión entre culturas y civilizaciones". Es decir, que el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación del 2002 "hasta ahora regía el desarrollo de las relaciones entre los dos países", tal como ha recordado este miércoles la presidencia argelina.
El silencio de Sánchez
Precisamente, Sánchez tenía que hablar este miércoles en el Pleno del Congreso de los Diputados sobre las consecuencias de que ha tenido la relación con Argelia en la nueva relación con Marruecos. No obstante, no ha hecho ninguna referencia en ningún momento a la situación actual en la relación bilateral, aunque algunos portavoces parlamentarios han mencionado el hecho de que el país africano llamó a consultas a su embajador (que se marchó en marzo) después del giro del estado español respecto del plan marroquí de autonomía para el Sáhara. Simplemente, se ha limitado a decir que hay que asumir un discurso de respeto mutuo, dejando de lado lo que puede ofender a cada parto.
En estos dos meses desde el reconocimiento español al plan de autonomía, el ejecutivo estatal se ha apresurado a subrayar que Argelia es un "socio sólido y fiable" y al poner en relieve que siempre ha cumplido sus contratos internacionales en materia energética, cuestionando así que la crisis diplomática pueda tener un impacto en el suministro del gas en España. De hecho, en una respuesta parlamentaria el pasado 1 de junio, el Gobierno sostenía que "con la situación a día de hoy y con las reservas de slots y capacidad ya realizada por los comercializadores, no hay indicios objetivos de una situación de falta de suministro gasista en los próximos meses".