Ante la ofensiva de viejas glorias, el PSOE insiste en buscar motivos para justificar los indultos a los presos políticos independentistas. Y también en explicarse de forma interna. Prueba de eso es el argumentario interno que ha hecho llegar a sus cargos, al que ha tenido acceso ElNacional.cat. Consta de cuatro apartados y una veintena de puntos. En líneas generales, subraya que se trata de un "problema político" que no se puede resolver "penalmente" y que la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados lo apoya. El documento también avisa de que es una solución para que no se vuelvan a repetir acontecimientos como los del otoño del 2017.
El primer apartado se titula "el porqué de los indultos". El argumentario sostiene que la medida de gracia, en caso de concederse, "es en defensa del interés general y buscando lo mejor para España". En este sentido, remarca palabras como "concordia", "diálogo" o "entendimiento", que son los "principios y valores que guiarán la decisión" del Gobierno. El documento apunta que esta decisión "puede ayudar en lo que todos queremos: normalizar la convivencia aentre Catalunya y el resto de España, recuperando el diálogo y haciendo que el independentismo pierda fuerza".
Por otra parte, el argumentario interno del PSOE sostiene, como ha defendido La Moncloa, que "a un problema de naturaleza política no podemos dar soluciones penales, porque este país no sólo se mantiene cohesionado a base de leyes, sino también con la superación de conflictos". Desde Ferraz remarcan que "si el PSOE tiene 140 años de historia, es porque ha sabido tomar las decisiones importantes en los momentos fundamentales". Y apuntalan la legitimidad de los indultos: "No solo lo demanda la mayoría del pueblo catalán sino que lo respalda la mayoría absoluta de los partidos con representación en el Congreso de los Diputados".
El segundo apartado se titula "nuevo tiempo en Catalunya", desde donde remarca la apuesta por el diálogo y no "por la venganza ni la revancha" y por aprender de los errores del pasado. "La democracia debe tener la iniciativa. ¿O acaso queremos volver a los acontecimientos de 2017?", se pregunta el argumentario. "Lo que ocurrió aquel año fue terrible y no se puede volver a repetir. No queda otra alternativa que el diálogo," añade. En la misma línea, sostiene que, cuando se gobierna se tienen que tomar "decisiones que pueden parecer difíciles" pero hay que ser "valiente" para ejecutarlas en beneficio de la sociedad. "El gobierno tiene la obligación de mirar a largo plazo", remacha.
"No podemos mirar no hacer nada y esperar que el conflicto se resuelva solo", apunta el argumentario de Ferraz. "Mientras otros buscan sacar el mayor rédito electoral posible a esta situación, nosotros queremos cerrar este capítulo de nuestra historia y continuar hacia adelante", asegura el documento.
Respeto por el Supremo
El tercer apartado lleva por título "división de poderes", después del informe demoledor en contra del Tribunal Supremo. Se limita a señalar "respeto por el criterio" del alto tribunal, pero al mismo tiempo recuerda que "es el gobierno quien tiene la potestad de otorgar o denegar un indulto". También remarca que estos informes "no son vinculantes", como se ha venido señalando desde La Moncloa desde que se hizo público el veredicto de Marchena. La decisión que se tome, concluye al respecto, se hará "con todas las garantías legales como ha hecho siempre" el gobierno central.
Finalmente, el último apartado tiene nombre inequívoco: "Partido Popular". El argumentario responsabiliza a Génova tanto del "clima de venganza" a raíz de los indultos como de lo que pasó en 2017 en Catalunya. Por eso también tendría que ser "parte de la solución". Recuerdan cómo el referéndum del 1-O y la DUI tuvieron lugar durante el gobierno de Mariano Rajoy. Y reclaman la misma "lealtad" que tuvo el PSOE cuando se aprobó el 155: "Lo que espera este gobierno es esta misma lealtad por parte del PP y de su líder, Pablo Casado, ya no con el gobierno, sino con el Estado".