La organización juvenil de la izquierda independentista Arran tiene hoy 26 causas judiciales abiertas, 67 militantes encausados, más 600 identificaciones en sus miembros y 40 detenciones.
Este miércoles por la mañana han denunciado que la "represión contra Arran ha aumentado durante los últimos 3 años". En un acto público en la plaza del Rey de Barcelona han hecho un balance de la situación que atraviesan actualmente para "romper el diálogo bidireccional entre el Estado y la organización. "Hasta ahora, había información que sólo se conocía entre la maquinaria represora y nosotros. Hoy decidimos romper con eso y hacerlo todo público", han apuntado la portavoz Neus Serra.
Arran ha denunciado seguimientos por parte de los cuerpos policiales a militantes. Según han detallado, los seguimientos se dan en el trabajo, en casa, en casales y ateneos y espacios que frecuentan. En ocasiones, estos seguimientos se han producido días antes de movilizaciones, cosa que demuestra, dicen, una persecución "política de carácter intimidatorio que persigue la finalidad de atemorizarnos".
La organización también ha asegurado que han recibido peticiones de colaboración con cuerpos policiales a cambio de un mejor trato, una pena menor o cualquier tipo de acuerdo. También han denunciado pinchazos de teléfonos y llamadas intimidatorias, "sobre todo cuando decidimos de manera legítima no colaborar con la Justicia y desobedecer las citaciones", han asegurado.
Delante de todo eso, los jóvenes de Arran han decidido "no claudicar y coger la represión como una definición colectiva y política" y reclaman la destitución del conseller de Interior, Miquel Buch, de quién consideran que "no ha sido capaz de cambiar el rumbo de las actuaciones policiales". En este sentido, Arran ha pedido la abertura de expedientes y la expulsión de agentes, así como el cambio de comisarios y la disolución de la BRIMO y el ARRO.
Por último, los representantes de Arran han puesto manifiesto todo el impacto que comporta consecuencias personales y colectivas. "Nos piden años de espera por una causa judicial, seguimientos, controles y ahogo económico", han enumerado. Con ánimos de pararlo a los jóvenes independentistas han avisado de que por cada persona detenida, "seremos centenares en las puertas de los juzgados y miles en las calles".