Ciudadanos vuelve a su monotema original: la inmersión lingüística. Una semana después de que el Gobierno y ERC acordaran eliminar el castellano como lengua vehicular en la Ley Celaá, Inés Arrimadas vuelve a la ofensiva. La líder de Cs ha puesto la supresión de la enmienda republicana como condición para aprobar los presupuestos, junto con otras líneas rojas. "Sánchez tendrá que escoger: estaremos hasta el final, hasta el momento de la votación, por si al último momento se decanta por la moderación", ha asegurado Arrimadas.
En rueda de prensa este martes, después de la ejecutiva del partido, Inés Arrimadas ha reclamado unos presupuestos generales del Estado "sin contrapartidas que atenten contra la igualdad entre españoles". En este sentido, insta a La Moncloa a "rectificar su voluntad de excluir el español como lengua vehicular" y "frenar que pueda blindarse legalmente la exclusión" del castellano del sistema educativo catalán. De la misma manera, ha reclamado al ejecutivo español que "se comprometa a oponerse a todo intento de convocatoria de referéndums de secesión en cualquier territorio de España".
Por otra parte, desde Ciudadanosreclaman "salvavidas para las clases medias golpeadas por la crisis" del coronavirus. En la lista de peticiones hay ayudas directas a autónomos, pymes y empresas afectadas con una reducción de ingresos del 50%, con una inyección que cubra hasta el 75% de la facturación del ejercicio anterior. También exigen una baja laboral retribuida para los padres con hijos en edad escolar que tengan que hacer cuarentena, aunque hayan dado negativo a la PCR.
Según Arrimadas, aunque Ciudadanostendrá la mano tendida "hasta el final", las dos vías de negociación del Gobierno, en paralelo con ERC y con Ciudadanos, "son incompatibles".