Cada vez son más sonoros los porrazos de Ciudadanos. Sólo este año, Inés Arrimadas ha tenido que encarar dos. Primero, el de Catalunya, donde pasaron de primera fuerza del Parlament con 36 diputados a penúltima con 6 diputados. Y ayer en la Comunidad de Madrid, donde lo han perdido todo: de 26 escaños a la desaparición de la Asamblea de Madrid, con un triste 3%. Aun así, su líder estatal se aferra a la silla y no dimite. Lejos de hacer autocrítica, ha asegurado que es el "momento de relanzar el centro político en España". Su candidato, Edmundo Bal, se ha llevado un aplauso del comité permanente. Como si nada hubiera ocurrido.
En su intervención en abierto, Inés Arrimadas ha hecho otros anuncios. En primer lugar, que se "refuerza" la dirección, justamente nombrando a Edmundo Bal, y también Daniel Pérez, como vicesecretarios generales del partido, porque "representan los valores de Ciudadanos". También ha adelantado que emprenderán visitas a las 17 comunidades autónomas en el marco de un proceso participativo de la militancia que culminará en una convención política el próximo mes de julio.
Y con respecto a la valoración del porrazo electoral, ningún tipo de autocrítica. La única "autocrítica" ha sido que el resultado "ha estado malo", constatando que no han superado la barrera del 5% y se han quedado sin representación en la Asamblea de Madrid. A partir de aquí, se ha vanagloriado de que tienen el apoyo de los liberales europeos y ha culpado a la dinámica de la campaña, que "se ha centrado más en los insultos y los gritos que en las propuestas". Y ha reivindicado su formación política, que representa "unos valores muy necesarios para Madrid y para el conjunto de España".
"Quiero agradecer a las 130.000 personas que nos han votado en las condiciones más difíciles para el centro político, a pesar de la polarización", ha llegado a decir Inés Arrimadas. Y la líder estatal de Ciudadanos ha añadido dirigiéndose a ellos: "No están solos. Seguiremos siendo su voz. Hemos escuchado su mensaje". Ha concluido asegurando que "defender el centro político nunca no ha sido fácil" y que "ahora se ve más claro que nunca que es imprescindible". El comité permanente de Ciudadanos ha dedicado un aplauso a Edmundo Bal, el gran perdedor del 4-M.
La Moncloa asume la derrota
La resaca es muy amarga también para las izquierdas este miércoles en Madrid. La apisonadora de Isabel Díaz Ayuso, con su Madrid de cañas y tapas, les ha pasado por encima. Desde La Moncloa asumen la "derrota sin paliativos", y guarda en un cajón el espantajo del adelanto electoral en el Estado, que cernía sobre el ambiente. "Queda por delante una legislatura importante", ha asegurado hoy Carmen Calvo. Aun así, la vicepresidenta española ha avisado a Pablo Casado de que esta no es una victoria suya, sino de Ayuso, que "ha ganado con el discurso de Vox". Por eso le ha instado también a reflexionar sobre este hecho.