Inés Arrimadas ha reaparecido en público en una procesión de la Legión con su nueva pareja, exdiputado de Ciudadanos. Después de separarse de Xavier Cima, hace meses que se habla de que Arrimadas ha rehecho su vida sentimental con Guillermo Díaz: un hombre de 45 años nacido en Melilla, instalado en Málaga y que fue parlamentario en el Congreso del 2016 en el 2023. Ahora, se ha confirmado la relación y se les ha visto juntos en la procesión del Cristo de Buena Muerte de Málaga —el Cristo que sale el Jueves Santo a la Semana Santa de Málaga y que está profundamente ligado a la Legión Española desde 1928—.
Así lo han avanzado este jueves medios de comunicación como Vanitatis, con imágenes de los dos juntos, dándose besos entre los asistentes. Son unas imágenes que confirman que la relación avanza de manera solvente: aparte de los besos, se ve afecto y complicidad, en una de las gradas de autoridades que se han desplegado por la ciudad andaluza. El beso que ha confirmado la noticia se ha producido al mediodía, en una de las procesiones más importantes de la Semana Santa malagueña —y a la cual han asistido otras personas como la reina Sofía; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y Antonio Banderas—.
Díaz, parte del núcleo duro de Arrimadas
Además de ser diputado, Díaz formaba parte del núcleo duro de Arrimadas en Ciudadanos. De hecho, fue a la lista para liderar al partido, para formar parte de la ejecutiva que acabarían liderando Adrián Vázquez y Patricia Guasp. Si bien Arrimadas ya se había retirado, esta lista era cosa suya y tenía que servir para dar continuidad a su proyecto dentro del partido. Así, el exparlamentario malagueño ha sido su gran apoyo durante los últimos meses.
Después de dejar la política y de separarse de Cima, Arrimadas se incorporó como directora de comunicación en una empresa de energías renovables. Además, también entró en el consejo asesor de una compañía especializada en la identificación, selección y evaluación de talento. Dejó Ciudadanos a punto de la desaparición y contaminó todo lo que pudo la política catalana, pero parece que las cosas no le van nada mal respecto al trabajo y al amor.