En Barcelona es donde empezó todo, en el año 2006. Y dónde se hizo mayor. Ciudadanos nació y creció en Barcelona. Después del varapalo de las elecciones del 10-N -cuándo pasaron de 57 a 10 diputados-, el partido naranja pretende volver a impregnarse del espíritu ganador, que los llevó a la victoria en las elecciones catalanas de 2017, con 1.100.000 votos. Hoy, Inés Arrimadas ha vuelto a Barcelona para presentar su proyecto para liderar el partido.
La esencia, en palabras de Carrizosa: exportar la fórmula que han aplicado en Catalunya a lo largo de todos estos años: "batallar contra el nacionalismo que amenaza España", empezando por el País Vasco y Galicia, pero sin olvidar el resto del territorio español. El mitin de Arrimadas, y el detalle no es menor, ha contado con la participación activa de uno de los históricos de Cs, Jordi Cañas, que ha invitado a los suyos a recordar "por qué nació este partido".
Consciente de la realidad, Arrimadas no ha dudado en reconocer el mal papel de las últimas elecciones. "Sí, hemos sacado un resultado muy malo y la mejor autocrítica ha sido la dimisión de Rivera", ha subrayado. Dicho esto, ha pedido a los suyos "no dejarse llevar por lo que ha pasado los últimos seis meses". Para animar la parroquia, se ha remontado a los orígenes de Cs, cuando nadie daba un duro por ellos. Si en 2010, cuando ella entró en el partido, les hubieran dicho que llegarían a ganar unas elecciones en Catalunya o que podrían echar al PSOE de Andalucía, "les habrían llamado locos", ha resaltado. "No soporto el pesimismo".En un momento de su discurso ha llegado a aformar que "hay gente del partido que ha llegado a jugarse hasta la vida" para combatir el nacionalismo en Catalunya.
Arrimadas ha definido Cs como "el antídoto del plan de Sánchez de dividir España entre supuestos progres y supuestos fachas; su plan|plano tiene un problema que se llama|dice Cs, un partido de centro, liberal, moderno y progresista". Al mismo tiempo, ha celebrado el acuerdo alcanzado con el PP para ir juntos a las elecciones en Euskadi. "Es una magnífica noticia que los constitucionalistas nos ponemos de acuerdo en lugares|sitios y circunstancias excepcionales", ha concluido.
Dentro de menos de un mes, el 15 de marzo, Ciudadanos afronta su primera gran renovación, el inicio de la era puesto Albert Rivera, con el congreso que servirá para consolidar Arrimadas como la heredera y nueva líder indiscutible. La exjefa de la oposición al Parlament ha escogido Barcelona para iniciar su gira por la presidencia de Cs, bajo el lema 'Unidos y Adelante'. La han acompañado tres pesos pesados del partido. Además de Lorena Roldán y Carlos Carrizosa, por primera vez en mucho tiempo ha compartido escenario con Jordi Cañas.
Bronca al sector crítico
El actual eurodiputado Cañas ha bromeado diciendo que "había olvidado eso dar mítines". Nada más lejos. Ha levantado la pasión de los 300 asistentes advirtiendo que a él, "lecciones ninguna", que él estaba a los orígenes del partido, "cuando no había nada más que repartir que gastos y quebraderos de cabeza". Todo un mensaje hacia el sector crítico del partido que ha decidido plantar batalla al aparato y presentar una candidatura alternativa a la de Arrimadas. Les ha exigido "lealtad".
Una bronca a la cual se han sumado tanto Arrimadas como Carrizosa. "Salir de los atolladeros donde nos encontramos es incompatible con trocear el partido en baronías, yo no soy barón, ni duque, ni príncipe, ni lo quiero ser", ha afirmado. Y lo ha rematado instando la militancia a "evitar que haya algún compañero a quien se le pueda subir a la cabeza y creer que tiene un título nobiliario". La líder del partido lo ha rematado: "Esto no puede ser un partido de baronías".