La gestión que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha hecho durante la crisis del coronavirus no recibe una buena valoración de la responsable del grupo municipal de JxCat, Elsa Artadi (Barcelona, 1976), que la acusa de poca ambición y falta de liderazgo. Artadi no da por cerrada la polémica sobre el concierto en los balcones que este lunes provocó un tenso cara a cara en comisión entre el equipo de gobierno y la oposición, y acusa a la alcaldesa de mentir en relación a este tema. En respuesta a ElNacional.cat, la concejala se refiere también a los llamamientos que desde Esquerra y desde la oposición se dirigen al president, Quim Torra, para que convoque elecciones. Asegura que le provocan perplejidad y que sería una "locura" ir a elecciones en un momento como el presente en qué, subraya, lo prioridad es dar respuesta a la crisis provocada por la pandemia.
La polémica del concierto de los balcones ha acabado convirtiéndose en un foco de reproches de los grupos de la oposición hacia la alcaldesa. ¿Qué ha pasado?
Han pasado dos cosas: un ejercicio de vanidad por parte de la alcaldesa, de querer hacer un espectáculo en un momento en que no tocaba, y explicarlo de una manera que no tocaba, cuando estamos en medio de una gran crisis sanitaria, social y económica. Está este primer error de vanidad, pero después los reproches empiezan porque hay una cadena de mentiras.
De hecho, esta es una de las acusaciones que se le dedicaron ayer en la comisión de gobierno, se acusó a la alcaldesa de mentir, de no dar la cara, de falta de transparencia...
Mentir, seguro que ha mentido. Hay declaraciones suyas que son contradictorias unas con las otras y por lo tanto, hay momentos, en qué seguro que ha mentido. En el mismo día la alcaldesa se contradice sobre quién tiene la iniciativa del concierto, quién está contactando con los grupos, lo qué cuesta la contratación, si hay o no expediente... y de hecho los reproches vienen después por esta falta de confianza. Mentiras, contradicciones, lo que parece rectificaciones pero al mismo tiempo es esconder información, y con este punto de arrogancia. Un expediente que, además, se contrata en un momento de emergencia y se utiliza la contratación por la vía rápida. La vía que tiene que ser para servicios esenciales se utiliza para contratar un concierto. Además, ayer no comparecer en la comisión cuando toda la oposición en bloque -diversa y muy fragmentada- le pide que lo hiciera. Lo vemos todo como un despropósito y una señal de que no hay un cambio de actitud por parte del gobierno municipal en el sentido de querer cooperar y querer trabajar conjuntamente en el consenso para salir adelante con la ciudad.
No puede ser que una contratación de 250.000 euros se aproveche la emergencia para hacerla de manera exprés
Desde JxCat se ha dicho que tendrá que haber consecuencias, que se tendrá que asumir responsabilidad pero no se ha concretado a qué se refieren...
Porque hemos pedido ver el expediente. No somos los únicos. Toda la oposición tiene interés que haya transparencia y se vea cómo se ha hecho eso. En un gobierno municipal de los Comuns en que la mayor parte de la contratación no se está haciendo por concurso público no puede ser que una contratación de 250.000 euros se aproveche la emergencia para hacerla de manera exprés. Queremos ver cómo se ha hecho esta y cómo se está haciendo el resto de la contratación. Estamos a favor de que se puedan agilizar para dar respuesta a la ciudadanía, las familias y en el tejido productivo, pero no para hacerse una fiesta y un homenaje a la alcaldesa.
Es una forma de trabajar habitual?
Hay una parte muy grande de la contratación que se está haciendo a través de concursos menores y de no tener que pasar por procesos concursales. Y hay una manera de trabajar, que lo hemos visto los últimos 5 años, que es lo contrario al consenso, colaboración y diálogo.
No damos por cerrado el tema del concierto de los balcones
¿Pero cuando habla de asumir responsabilidades, a qué tipo de medidas ser refieren?
Tenemos que ver el expediente para ver qué hay y qué no hay, ver quién ha firmado qué, si ha habido irregularidades. Fue unánime en la comisión que no se puede abusar de contrataciones por vía de urgencia. Tenemos que ver realmente si las cosas se han hecho bien o no. Hasta que no lo veamos no podremos determinar. Ahora, ¿si nos quedamos satisfechos con la comisión de ayer? No. ¿Si creemos que es suficiente?, no. ¿Si damos el tema por cerrado? No. E insisto en ningún caso es poner a la cultura por una lado y otras necesidades de la ciudad por otro. No. Totalmente a favor de que se trabaje con el sector cultural, que es uno de los más afectados. Ahora, hacer irregularidades en la contratación, no. Apelamos a que haya transparencia sobre todo en este momento porque sino se puede generar muy poca complicidad para trabajar conjuntamente las políticas que la ciudad necesita.
Hay mucho poca ambición y muy poco liderazgo en la alcaldía. Como si estuvieran desconcertados y esperando a que alguien más les diga qué tienen que hacer
¿Más allá de esta polémica, cómo valora la respuesta de la alcaldesa Colau a la crisis provocada por el coronavirus?
De momento es inexistente. Ha habido una buena coordinación con la Generalitat en el tema sanitario, pero todo lo que es medidas hacia familias y hacia el tejido productivo, el 95% del tejido productivo barcelonés que son autónomos y pymes, hasta ahora no hay nada. Se han ido haciendo anuncios, pero materializado no hay nada. Ningún plan, ningún proyecto. Y no hay tampoco un método de trabajo. Hacemos de vez en cuando reuniones, no se nos da ninguna información previa. Hay muy poca ambición y muy poco liderazgo. Como si estuvieran desconcertados y desorientados y esperando a que alguien más les diga qué tienen que hacer.
De momento, mantienen la previsión de pactar una reforma de los presupuestos antes del verano?
Sí. Y ver la orientación para el 2021, que volverá a ser extraordinario porque todo indica que todavía no habrá un tratamiento o una vacuna definitiva contra el coronavirus. Todo apunta que necesitaremos distancia social, que no habrá economía del visitante, los restaurantes y comercios seguirán teniendo restricciones... Tenemos que trabajar un horizonte de 18 meses, lo que queda 2020 y 2021.
¿Colau y Collboni qué conseguirán del Gobierno, que son los suyos?
¿JxCat mantiene, pues, que no descarta hacer costa en las cuentas?
Absolutamente. Estamos para intentar hacerlo. Pero necesitamos saber qué tienen en mente y empezar a resolver incertidumbres. La primera: ¿Colau y Collboni qué conseguirán del Gobierno, que son los suyos y están gobernando en el Estado? Y lo que nos tememos y nos da miedo es que el gobierno español aproveche esto de nuevo para recentralizar, quedarse ellos todo el margen de endeudamiento que está dando la Comisión Europea. Los Ayuntamientos de todos los colores están reclamando lo mismo. Tenemos la crisis del 2008 muy reciente cuando fueron los ayuntamientos los primeros que pararon el golpe y ahora lo tienen que volver a hacer, pero se les tiene que dar herramientas y hasta ahora no se les ha dado nada.
Si hoy no invertimos y hacemos todo el esfuerzo y de manera urgente, el drama de aquí a unos meses será imposible de gestionar
¿De hecho, la preocupación ahora, una vez la crisis sanitaria se empieza a controlar, es el efecto en la crisis social y económica, qué tiene que hacer el Ayuntamiento?
Si hoy no invertimos y hacemos todo el esfuerzo y de manera urgente, el drama que nos encontraremos a nivel humano y presupuestario de aquí a seis meses o un año será imposible de gestionar. Por lo tanto, es el momento de ser valiente y atrevido. Poner todo el esfuerzo ahora para evitar que de aquí a seis meses todo esto se lo pueda llevar por delante si no lo frenamos y no lo redirigimos. Ahora es el momento de poner en valor todos los activos que realmente tiene la ciudad de Barcelona. A la gente se le está pidiendo mucho de esfuerzo y ahora corresponde a la administración acompañar. Si se tienen que adaptar o invertir en digitalización o reiventar-se, esta inversión tiene que estar cofinanciada por el Ayuntamiento o el resto de administraciones. El endeudamiento del Ayuntamiento tendría que servir por eso.
Lo único que hemos visto de Colau es que de una manera acrítica ha aplaudido todo lo que hacía el gobierno español
¿Cómo ha influido en la gestión de Colau el hecho que el gobierno de Madrid haya partidos del mismo signo político que en el Ayuntamiento?
Lo único que hemos visto es que de una manera acrítica se ha ido aplaudiendo todo lo que hacía el gobierno español. Cosas que dudo mucho que si la misma política y gestión de la crisis lo hubiera estado haciendo un partido de otro color que no fuera el de Colau y Collboni les estarían destrozando ahora mismo. No se ha dado solución a las familias que tienen que volver a trabajar y no pueden llevar a los hijos a la escuela, medidas que realmente salven los puestos de trabajo, flexibilización de los Erto, no se está protegiendo a la gente porque no se está obligando a ir con mascarilla por la calle... Hay muchas dimensiones en que el gobierno español no lo está haciendo bien, está aprovechando para hacer censura mientras condecora a policías que pegaron el 1-O, está teniendo una derivada autoritaria, recentralizadora, sin tener en cuenta ni las comunidades autónomas ni dar margen a los ayuntamientos... Y desde Barcelona y la alcaldesa Colau, totalmente acríticos, aplaudiendo. Nos preocupa no sólo que se tengan que comer todo esto sino la poca influencia que realmente se tiene desde Barcelona en el Gobierno.
Nos preocupa la poca influencia que realmente se tiene desde Barcelona en el Gobierno
¿La relación entre la Generalitat y el Ayuntamiento ha funcionado bien?
A nivel técnico ha funcionado bastante bien. Ha habido diferentes espacios de coordinación y ahora también, de cara al desconfinamiento. Afortunadamente, excepto en algunos casos, el nivel de reproches no ha sido alto. La coordinación ha ido bien. Lo que ha habido de ruido político ha sido más por defender el gobierno español tratando de atacar las propuestas del president Torra, que después eran propuestas que aceptaba Sánchez. Ha sido innecesario y ha generado esta crispación a veces, que es el último que necesitaba la ciudadanía ahora mismo.
Me quedo perpleja que alguien esté pensando ahora mismo en elecciones. Es una locura
En Catalunya también hay otros debates, por ejemplo el del calendario electoral. El president de ERC, Oriol Junqueras, ha pedido públicamente a Quim Torra que pacte el calendario el calendario con los socios de gobierno. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, apuntó ayer que convendría convocarlas antes del verano...
Me quedo perpleja que alguien esté pensando ahora mismo en elecciones. Es decir, Barcelona estamos en fase 0. Alguien sabe cómo estaremos el mes de junio, julio, agosto, septiembre...? Sanitariamente no sabemos cómo estamos, social y económicamente sí lo sabemos: con una crisis que ya estamos sufriendo ahora y se tiene que tomar medidas urgentes, porque cuanto más rápido, y mayor y ambiciosas sean las medidas, más fácil lo tendremos de cara al año próximo, y al siguiente. ¿Alguien realmente piensa que la administración se tiene que detener ahora tres meses y no hacer nada y sólo pelearnos en mítines políticos y declaraciones y contradeclaraciones? ¿Alguien lo entiende eso? Porque yo no lo entiendo. Hablo como ciudadana. No entendería ahora, ni en la Administración de la Generalitat, ni en la del Estado, ni en el Ayuntamiento si se pudiera adelantar elecciones, que el gobierno desapareciera, no pudiera tomar decisiones. Además, todo el mundo sabe cómo es el clima electoral, nos estuviésemos insultando entre todos todo el día. Y después estuviéramos x semanas para formar un gobierno y ponerlo en marcha. Ahora, precisamente, si hay consenso unánime entre todos los economistas es que como más rápido tomemos decisiones desde las administraciones para ayudar a las familias y al tejido productivo más rápido saldremos adelante. ¿Y ahora alguien propone que la administración deje de trabajar y deje de tomar medidas durante unos meses, cuando más lo necesitamos? ¡És una locura esto!
Pero Quim Torra está pendiente de una sentencia del Supremo que podría confirmar su inhabilitación, lo cual obligaría a ir a elecciones...
El Supremo no sé cuando decidirá. Ahora también ha habido este paro judicial. Nos dicen que eso va para largo. Insisto, me parecería una locura que alguien ahora le dijera a la ciudadanía que lo mejor que puede hacer la administración que está trabajando -y aquí expreso mi empatía con todo el mundo que está al frente de un gobierno, sea municipal, la Generalitat o el español, todo el mundo que está trabajando 24 horas al día para tomar decisiones para ver cómo se gestiona un fenómeno que es nuevo, la peor crisis que nosotros habremos vivido-, que lo mejor que pueden hacer ahora mismo es desaparecer del gobierno e ir a dar mítines electorales. Hace dos días nos decían que el PIB podía caer un 10%, que el paro se duplicaría, que eso se repetiría el próximo año, y ¿ahora la solución mágica de alguien es decir que nos vamos todos a hacer campaña electoral? Yo no lo puedo entender y me parece bastante indecente proponer que lo que tenemos que hacer ahora es parar e ir en contra de lo que cualquiera con dos dedos de juicio dice, que es tomar con urgencia decisiones.
No obstante, fue el mismo Torra quien dijo que se había roto la confianza entre los socios de gobierno hace dos meses...
Pero la situación hace dos meses no tenía nada que ver con la situación que vivimos ahora. Igual que hace dos meses tanto en Barcelona como a la Generalitat se trabajaba con unos escenarios de un presupuesto para una realidad que existía en aquel momento, la realidad postcovid no tiene nada que ver. El mundo es diferente. Está muy cerrado y ahora mismo lo que hace falta es ayudar a la gente, rescatar familias, autónomos, puestos de trabajo y tejido productivo. Si ahora desaparecemos en cualquiera de las administraciones y se decide no tomar medidas, el paro que tendrás no serán las previsiones que nos daban, será el doble. Antes de la Covid existía un mundo, ahora, otro, y lo que hace falta es ser responsables y dar una respuesta a la ciudadanía. Y entiendo que ahora es también ser muy valiente mantenerse en el gobierno y tomar decisiones y gestionar la triple crisis que nos viene encima. Y, si en otoño todo ha sido normal y perfecto, hablemos. Pero ahora mismo, cuando se está decidiendo, ya no si abriran las escuelas, sino si puede abrir la tienda o si puedes salir del municipio, estar pensando en alguna otra cosa es intentar tapar alguna historia de algún político tuyo que no te gusta como hace las cosas o es estar totalmente fuera de la realidad.
¿Intentar tapar alguna historia?
Por ejemplo, no sé si Miquel Iceta está muy orgulloso del trabajo que está haciendo Pedro Sánchez... Yo no lo estaría.
El hecho objetivo es que la falta de confianza entre socios, ERC y JxCat se siguen tirando los trastos a la cabeza, la tensión sigue existiendo... ¿Puede continuar así el Govern?
El hecho objetivo es que tenemos una triple crisis y eso tiene que pasar por delante de todo. Y si no pasa por delante de todo, nos estaremos equivocando.
A pesar de todo, en el momento en que toque ir a elecciones, aparecerá de nuevo el debate sobre el candidato. ¿Podría ser de nuevo Carles Puigdemont el candidato al Parlament?
El president Puigdemont ahora mismo es eurodiputado y ha expresado su voluntad para seguir haciendo su tarea. Ahora mismo dentro de JxCat el tema elecciones no lo estamos tocando. Vamos dedicando todos los minutos de nuestro día a intentar gestionar lo que tenemos encima de la mesa. Todos los temas que eran relevantes en una situación precovid ahora están aparcados. Un ejercicio de responsabilidad. No lo hemos tenido ni que debatir. Como quiero pensar que ha pasado en todas las administraciones y todo el mundo que tiene responsabilidades.
¿Por lo tanto JxCat no tiene ninguna previsión en relación a este tema?
Ahora mismo la única certeza que tenemos es que vivimos en un mundo extremadamente incierto y que lo tendremos que gestionar día a día y la prioridad tiene que ser afrontar esta triple crisis. No entendería la política y el servicio público de ninguna otra manera.