El dictador Francisco Franco siempre fue un monárquico sui generis, que validó una monarquía sin rey y mantuvo durante años la incógnita de cuál sería su sucesor, porque pretendientes tenía más de uno y más de dos. Sin embargo, en su testamento político dejó escrito que "por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido", y es con estas mismas palabras que empieza el artículo "En Defensa del Rey" que hoy firma en La Razón el general de división de infantería de Marina en la reserva Juan Chicharro Ortega, que además es presidente de la Fundación Francisco Franco y anteriormente, estrecho colaborador de Juan Carlos I.
El artículo es una apología continua de la monarquía y un enaltecimiento del origen franquista de la restauración monárquica de 1975, dirigido directamente a mostrar su apoyo a Felipe VI, pero también es una recopilación del ideario ultramontano que ha definido de siempre al fascismo de raíz española.
Chicharro asegura que el testamento de Franco, que también incluye el siguiente pasaje: "No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal" tiene "especial relevancia" en el momento presente, porque "cualquiera que esté alejado del adoctrinamiento comunista o separatista" podrá asumir que los conceptos clave del testamento del dictador: "El apoyo y la lealtad al Rey, la vigilancia ante los que quieren romper la secular unidad de España y nuestras raíces cristianas".
El artículo viene a cuento de la reprobación a Felipe VI en el Parlamento de Catalunya y la campaña en ayuntamientos de todo el Estado "con la finalidad de abolir la monarquía", añadido a la "burla denostadora" contra la princesa Leonor por su primer discurso oficial.
Ante esta situación, el autor del artículo considera que "los ataques contra el rey y la monarquía que se están produciendo tienen una finalidad evidente: atentar esencialmente contra la unidad de España toda vez que la Corona constituye su baluarte principal".
Discurso carpetovetónico
El discurso carpetovetónico insiste en lugares comunes del franquismo como "España es plural y diversa, y eso es un motivo de orgullo más", para señalar el "pero" a la afirmación anterior: "Es indudable que también existen sentimientos diferenciadores, producto de las diferentes culturas e incluso de las diversas lenguas habladas," y por eso "la importancia de la fuerza unificadora de la Corona que ha sido eslabón importantísimo en la historia de nuestra patria".
"La corona es una red que mantiene unidas todas las Españas y las integra en una sola nación, dando a todas sus regiones la misma importancia: la que se deriva del hecho de ser español", continúa el presidente de la Fundación loando al dictador Franco, para concluir que "la defensa de España pasa por la defensa a ultranza del Rey y de lo que la institución que personifica representa".
Por todo ello, afirma que "el Rey necesita hoy el apoyo de todos los españoles que quieran su patria", es decir, "una España unida, grande y libre".
El aliento franquista sopla en el cogote de Felipe VI. ¿Con apoyos como estos, quién necesita enemigos?