El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha descartado la opción de convocar elecciones después de la sentencia del juicio del 1-O en caso de que sea condenatoria porque "no puede ser la solución fácil". "Pondría en riesgo la mayoría en el Parlamento", ha alertado para añadir después de que este sería "el mejor regalo" que se le puede hacer al Estado. Mas sostiene que la reacción ciudadana a la sentencia "debe ser contundente y pacífica" para poder hacer llegar el mensaje "por todo el mundo".
El expresidente, en una entrevista en el diario Ara, también se ha referido a la investidura del socialista Pedro Sánchez como presidente español, de la cual es partidario, aunque ha reconocido que no confía en que sea la solución al conflicto con Catalunya.
Mas ha explicado que aunque JxCat no se ha pronunciado definitivamente sobre su posicionamiento ante la investidura, tiene claro que si se pudieran "desligar" a corto plazo del Estado y crear el estado catalán, sería partidario de desentenderse de lo que pasa a la política española, pero como no lo ve posible apuesta para "jugar políticamente al marco español".
Una solución para Catalunya
En este sentido, en caso de un gobierno entre PSOE y Podemos ha dicho que hay que emplazarlos a poner una solución sobre la mesa, aunque no ha confiado en que un referéndum acordado sea posible. "No me imagino el Estado sentándose con las instituciones catalanas y acordando los términos de un referéndum en que se plantee la posible independencia de Catalunya", ha descartado. En relación al juicio al procés, también se ha mostrado partidario del diálogo y ha asegurado que en caso de condena al juicio del 1-O "no se puede quedar impasible" y ha apostado por buscar interlocutores en Madrid, como propuso el expresidente español Rodríguez Zapatero, y "hablar de soluciones políticas".
Con respecto a la hoja de ruta independentista, Mas ha apostado por "ir creciendo en mayoría", que sea "clara" y pueda provocar una "reacción de legitimidad" a nivel internacional. Ha descartado poner plazos, que cree que son "una barrera" que se puede girar en contra "como un boomerang". En este sentido, ha reconocido que el plazo de 18 meses para la independencia que previó JxSí "fue un error" y ha reprochado que "se los presionara demasiado".
Arreglar el espacio de JxCat
Por otra parte, Mas ha destacado la necesidad de arreglar el espacio de JxCat porque "hay mucha gente que se siente huérfano". En este sentido, ha puesto como límite para la recomposición finales de este verano para pasar de una "marca" como JxCat, con el PDeCAT, la Crida e independientes, a "una organización bien arreglada" que ha confiado en que pueda liderar Carles Puigdemont. Ante las dificultades por|para poder representar todas las sensibilidades, Mas ha explicado que hay que encontrar todos los puntos en común y ha asegurado que no están "tan lejos de la mejor visión de lo que Convergència representó".
Sobre cuál estará su papel tanto en la nueva organización como a la política catalana, Mas ha asegurado que sólo quiere "ayudar" aunque ha reconocido que sigue teniendo "el sentido del deber intacto" y, por lo tanto, si se le pidiera que hiciera "alguna cosa" lo haría por "responsabilidad". En relación a una posible presidencia de la Generalitat, Mas lo ha descartado a corto plazo, y ha explicado que cuando hayan pasado los meses de que tengan que pasar, ya se verá.