Mañana hará un mes que el expresident de la Generalitat, Artur Mas, decidió dar un paso al lado y ceder la presidencia a Carles Puigdemont. “Apartándome salvaba el proceso y ganaba la oportunidad de rehacer el espacio central de la política”, ha puesto sobre la mesa esta mañana en El Món a RAC1.

El expresident se ha mostrado “tranquilo” porque cuando tomó la decisión lo hizo “convencido”. Eso sí. Mas ha recordado que él no decidió “marcharse”, sino dar un paso al lado, que no es lo mismo. Esta posibilidad ya la había planteado antes de la campaña para el 20D, aunque “nunca había pensado en terminar”.

9N

“Si nos condenan por el 9N será muy pedagógico para Europa y el mundo sobre la calidad de la democracia española”, ha puesto de manifiesto Mas, que ha añadido que a pesar de que ya no sea aforado, sí que lo es en este caso porque “en la medida que las personas que estábamos querelladas haya una que sí que lo es, como Irene Rigau, seguimos aforados sólo por esta causa”.

Tres objetivos

A Artur Mas se le abren nuevos retos y los ha dividido en tres objetivos: pasar la barrera del 50% de catalanes que estén a favor de la independencia de Catalunya, representar “bien” el espacio central del país” y “defender un país tal como lo entendemos”.

Por eso, y porque “si llegamos a la Catalunya soberana, tenemos que tener un instrumento político que sea capaz de defender el país”, en dos o tres meses impulsará una plataforma con independientes para “vertebrar el espacio político del centro”.

Aviso a la CUP

El primero de los cinco puntos del acuerdo de investidura y gobernabilidad con Junts pel Sí "obliga" a la CUP a apoyar los presupuestos porque significaría "romper la estabilidad parlamentaria". Este ha sido el aviso que el expresident de la Generalitat ha hecho a los cupaires, y ha añadido que "si en esta votación el Govern quedara en minoría, sin estabilidad parlamentaria, es evidente que el acuerdo no se habría cumplido".

 

Ni Rajoy ni referéndum

La no investidura en el Estado también genera incertidumbre a Mas. Eso sí. Tiene claro que Mariano Rajoy no será presidente porque "ha hecho todo lo posible para quedarse como está". Asimismo, se ha lamentado de que "si escucho al PSOE, no habrá referéndum", pero ha añadido que "si escucho a Podemos no creo que ahora sea tan evidente que lo tengan que hacer". "Ya no siento la misma música", ha remachado.

Las últimas 48h

Mas ya lo tenía todo preparado para firmar la convocatoria de elecciones 48 horas antes de que Puigdemont fuera president porque “estaba todo tan podrido que no lo veía resoluble”. Pero aquel viernes 8 de enero, el entonces presidente del Govern designó a tres colaboradores de su “confianza” para hablar con la CUP —de momento, no quiere desvelar sus nombres— y que hablaron con ellos “sin intermediarios”.

Se entendieron y cuando Mas tuvo el documento del acuerdo firmado por los cupaires sobre la mesa, llamó a Puigdemont. Además se añadía el hecho de que no sólo en Madrid había el clamor “sacar a Mas”, sino que en Catalunya también pasaba lo mismo.

La elección

“Cambiar una persona que no despertaba tanto consenso por una que sí que lo haría”. Este fue el objetivo del expresident cuando dio un paso al lado, y ha explicado que escogió Puigdemont por haber sido presidente de la Associació Catalana de Municipis (AMI), alcalde de Girona y, sobre todo, porque “su nombre generaría consenso” por su “capacidad de gestión inmaculada”.

Gestión ligera

El expresident de la Generalitat ha explicado que habla a menudo con Puigdemont porque, ha recordado, él tardó nueve años en ser presidente desde que Jordi Pujol lo escogió conseller en cap. El actual presidente lo fue en 24 horas y es por eso que “lo más lógico es que entre todos lo ayudamos en este arranque”. “Estamos en sintonía total”, ha sentenciado.

Casa dels Canonges

Mas tuvo que vaciar su despacho en 24 horas, mientras que el resto de expresidents tienen un mes aproximadamente. Es por eso que tuvieron que trasladarlo todo rápidamente a la Casa dels Canonges y, aprovechando eso y que la caja del Govern está como está, Mas ha explicado que “pedí que mi oficina de expresident estuviera en una dependencia de la Generalitat”.