El expresident de la Generalitat e histórico líder de CiU, Artur Mas, ha instado a Junts per Catalunya a erigirse en “la alternativa visible” al Govern del socialista Salvador Illa, porque es “lo que le conviene a Catalunya”. En una entrevista este jueves en Catalunya Ràdio, el president Mas ha afirmado que “la única” alternativa potencialmente ganadora es Junts, un papel que en Catalunya, señala, no será del PP y Vox, ni tampoco ve que puedan serlo Esquerra Republicana, los Comuns, la CUP o Aliança Catalana. “Un partido que resiste bien en las elecciones, con resultado digno”, ha dicho de Junts, y asevera que este es “el gran reto sobre la mesa” que tiene que aprovechar la formación postconvergente para abordar en el congreso que celebra este octubre. Sobre la decisión del president Carles Puigdemont de no actuar como jefe de la oposición en el Parlament, Mas ha afirmado que es “lógico”, ya que ha sido president de la Generalitat previamente. “Pero alguien lo tiene que hacer si no es él”, ha avisado de todos modos.

Preguntado sobre si a Junts le hace falta ser visto como un partido de orden para volver a conseguir los resultados que tenía la antigua Convèrgencia, Mas ha valorado que a la formación de Puigdemont se la ha identificado de manera prácticamente exclusiva con el eje independentista y ha afirmado que ahora, una vez el independentismo no tiene mayoría parlamentaria, hace falta “construir y visibilizar bien un proyecto de país entero”. En este sentido, el president ya retirado de la primera línea política, ha valorado que se tiene que cubrir la orfandad” de mucho ciudadano que antiguamente votaba a CiU y que ahora “se ha quedado por el camino” y no vota a Junts. “Se tienen que volver a sentir acogidos bien en el proyecto, hay que reagruparlos", ha apuntado, si bien ha admitido que no es fácil pasar de 35 diputados a volver a tener en torno a 50.

Se ha transgredido el orden de prioridades

La pregunta clave, dice Mas, es "qué hemos hecho mal entre todos" para ver la bajada general del soberanismo catalán en las urnas. En este sentido, el expresident ha apuntado al "orden de prioridades". Primero, el país; segundo, el proyecto; tercero, el partido; y cuarto, la persona. Mas cree que estos últimos años, desgraciadamente, se ha transgredido este orden de prioridades y que por eso las cosas han ido como han ido. "Hay personas que han pasado por delante de los partidos, partidos que han pasado por delante del proyecto y proyectos que han pasado por delante del país", apunta Mas, que asegura que no quiere "poner el dedo en el ojo a nadie", sino que es una reflexión y "que cada uno se la aplique". En este sentido, el expresident ha puesto como ejemplo de este orden de prioridades el paso al lado que dio al dejar el liderazgo del espacio a Puigdemont en 2016. Una decisión forzada por la CUP, pero que en el fondo, dice, tomó él, porque podía haber convocado elecciones de nuevo, pero quiso priorizar la circunstancia única de una mayoría absoluta independentista en el Parlament.

También ha añadido, como reflexión de los últimos años, que se tienen que alimentar ilusiones y esperanzas", porque "si no la gente no se apunta", pero que no se tiene que menospreciar la realidad". "Alimentamos muchas ilusiones de apoyo de fuera, y la realidad es que todo fue como fue", ha apuntado Mas. A su vez, ha aseverado que cuando vas justo de fuerzas, ninguna de ellas sobra. "Por visiones excesivamente ideológicas o partidistas, se ha prescindido de activos importantes, 'si yo no estoy adelante, mejor que no salga nada'", ha señalado. Además, ha recordado que él defendió que Junts se quedara en el Govern del president Pere Aragonès, "porque si el independentismo no es capaz de mantener un Govern, como después se dirigirá a la población haciendo creer que el proyecto es posible".

Vuelve el pacto fiscal y, si sale adelante, prevé apoyo de Junts

Mas ha admitido que Junts está haciendo una negociación dura en Madrid, también con el techo de déficit, “para que las autonomías puedan tener más margen para cubrir gastos públicos, para que no se lo quede el Estado”. Sobre la financiación singular que pactan socialistas y Esquerra, el president ha señalado que es lo mismo que ya intentó él con el pacto fiscal, un concierto económico para Catalunya. Al respecto, ha dicho que “llegados a la situación que estamos como país, que la independencia no ha salido a estas alturas, el gran reto que tienes ahora es tener el menor grado de dependencia posible, controlar tus recursos para ser menos dependiente”. Si la medida finalmente va en este sentido, Mas se ha mostrado “convencido” de que Junts ayudará. “No me puedo imaginar ninguna otra cosa”, ha apuntado.

Sobre un posible acercamiento de Junts al PP, Mas ha afirmado que no le gustaría, porque “el PP ha actuado como ha actuado y nos ha enseñado la cara estos años y todavía estamos sufriendo sus decisiones”, con la judicialización y con la negativa en el pacto fiscal o el Estatut. De todos modos, ha señalado que no vería bien que Junts y PNV quedaran “secuestrados en manos del PSOE”, porque entonces no cumplirá. De todos modos, ha apuntado que el PP “siempre va del brazo con Vox”.

Illa, “talante” convergente

Con respecto al encuentro con el presidente Illa en el Palau, Mas ha afirmado que fue correcta y positiva y que hablaron de país y de la actualidad. Preguntado por la cuestión, Mas ha afirmado que ve el gen convergente en Illa por el “talante que intenta ser positivo y constructivo” y que en su Govern tuvo gente como él que venía del PSC. Si bien ha avisado de que sabe “dónde está cada uno” y que conoce “la mentalidad de poder que tiene al PSC” y las “arquitecturas políticas que los llevan a ocupar el poder”, en referencia a pactos como los tripartitos o la manera en la que Jaume Collboni llegó a ser alcalde de Barcelona.

Finalmente, Mas ha descartado volver a la primera línea política de ninguna manera y ha rechazado volver si Junts se lo pide, como hizo Xavier Trias. En este sentido, ha afirmado que habla con el secretario general de Junts, Jordi Turull, sobre cómo poder vincularse más al partido, pero ha apuntado que en este punto de su vida quiere mantenerse “lejos” de los partidos.