"El Estado español no ha ganado este pulso". Así de contundente se ha expresado hoy el expresidente de la Generalitat Artur Mas, cuando se cumple el cuarto aniversario de la consulta del 9-N. Mas ha insistido en que lo que hay que hacer ahora es fijar la estrategia para avanzar en el proceso independentista, empezando por aprovechar el juicio del caso 1-O para retratar las instituciones españolas.

El expresidente, en declaraciones a El Matins de TV3, ha destacado que el juicio a los presos políticos es el mejor escaparate para mostrar en el mundo que se pretende castigar con penas de prisión la convocatoria de un referéndum. "Si desafiar un estado poniendo urnas merece condenas de prisión, eso no es justicia. Otra cuestión prioritaria es, a su parecer, que las fuerzas independentistas sean mayoritarias a las próximas elecciones municipales. "Y si se puede ampliar su mayoría mejor", ha asegurado.

Mas ha considerado que también se necesario intensificar la acción de gobierno. "El Gobierno tiene que estar en todas partes|a todas partes, tiene que estar presente constantemente", y no sólo sobre el debate soberanista, sino en todos aquellos aspectos que afectan a los ciudadanos, ha afirmado. El objetivo no es otro que demostrado que se gobierna bien, y que se hace mejor que el del Estado. "Nos tenemos que diferenciar", ha indicado.

Ha dado un papel relevante en la implementación del proyecto independentista al Consejo para|por la república, así como a las entidades soberanistas, poniendo especial énfasis en la necesidad de desplegar una potente acción internacional.

Nuevamente, el expresidente ha admitido que después de las elecciones del 27-S se obtuvo una mayoría suficiente para salir adelante con el proceso, pero no para culminarlo. Eso, ha reconocido, no se supo explicar. "Nos enredamos|envolvimos con la investidura", ha dicho.

 

Revisión de la condena

El expresidente, condenado junto con Irene Rigau, Joana Ortega y Francesc Homs, por el 9-N se ha mostrado pesimista con respecto a la posibilidad de que el Tribunal Supremo revise la sentencia que lo va condenado a dos años de inhabilitación. "No somos tan ingenuos como para pensar que en la actual situación no se confirmen las penas".