El expresidente del PDeCAT Artur Mas ha roto hoy su silencio para explicar las razones por las cuales ha decidido continuar en el PDeCAT y no sumarse al nuevo partido de Carles Puigdemont. Ha asegurado que considera que JxCat es también su espacio pero que, después de una carrera política apostando por la suma y la integración, no quiere acabar su trayectoria "en un proyecto que lleva a la separación" entre siglas.

Con todo, ha querido subrayar que no hará nada que se pueda interpretar como una confrontación con Puigdemont. "Tengo todavía el suficiente sentido de proyecto y país para no facilitar aquello que querrían muchos, adversarios tanto internos como externos, que es una riña con Puigdemont", ha explicado en una rueda de prensa convocada en los jardines del Palau Robert donde se encuentra su despacho de expresident de la Generalitat.

Mas, que los últimos días ha abordado esta intervención tanto con Puigdemont como con el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha asegurado que no tiene intención de participar en las dinámicas electorales de los partidos, aunque no ha descartado pronunciarse sobre las cuestiones políticas que considere conveniente.

"Triste, decepcionado, enfadado"

El expresident se ha declarado "triste, decepcionado y enfadado" ante la grieta abierta entre las dos fuerzas que contribuyó a construir, y ha asegurado que quiere trabajar para rehacer la unidad y garantizar que esta ruptura se supere. "Si no hay unidad en el proyecto soberanista, nadie nos tomará seriamente", ha advertido.

Artur Mas, durante la rueda de prensa en los jardines del Palau Robert / Sergi Alcàzar

"Otros han tomado la decisión de marcharse [del PDeCAT] y no la critico", ha admitido a pesar de reprochar que no se tendría que haber llegado nunca a esta situación de "escoger internamiento".

Ha recordado los objetivos con que se creó el PDeCAT, en un momento en que CDC ya no podía asumir esta función, y con la voluntad de que estuviera por encima de la lucha clásica entre derecha e izquierda -"una lucha inútil y que no lleva a ningún sitio", ha advertido. "Después de 30 años de estar trabajando por proyectos que siempre buscaban suma e integración y lo conseguían, no puedo ahora acabar mi trayectoria en un proyecto que puede llevar a la separación", ha argumentado repetidamente.

No volverá a primera línea

"Me quedo en el PDeCAT porque está donde ya estaba, y no me marcho", ha subrayado para insistir en que eso no quiere decir que quiera tener ningún cargo, ni participar en ninguna lista electoral ni ocupar ninguna responsabilidad de Gobierno.

Ha recordado que ya ha acabado su inhabilitación por haber organizado el proceso participativo del 9-N, que está libre y podría devolver a la primera línea, pero fruto de lo que está pasando, no volverá. "Ya no tenía intención de hacerlo y si alguna pequeña puerta dejaba abierta era porque no sabía si dentro de mi espacio político se me reclamaría algún tipo de ayuda. Más por sentido del deber que voluntad propia", ha argumentado.

Perfil institucional

Por el contrario, ha anunciado que tiene intención de subrayar más su perfil institucional como expresident -"cuando además hay otros expresidents que desgraciadamente no lo pueden hacer", ha añadido en referencia implícita a Jordi Pujol-. "Pero subrayar el perfil institucional obliga también a alejarse del combate político diario. "Es muy difícil subrayar el perfil institucional si estás al combate de cada día", ha argumentado.

Lo que sí hará, según ha dicho, es: "trabajar para rehacer la unidad que no se tendría que haber resquebrajado nunca ni dentro del proyecto político ni dentro del espacio político". 

Romper el silencio

Mas ha explicado que se ha mantenido en silencio durante semanas -aunque, según ha dicho, pasaban "cosas muy relevantes e incluso muy fuertes"- para no perjudicar en ningún caso cualquier posible acuerdo dentro del espacio de Junts. Ha advertido que el acuerdo tiene que ser posible, que ha trabajado con este objetivo y que pensaba que sí hablaba durante la negociación sus palabras podían ser mal interpretadas o incluso utilizadas de manera espuria para situarlo como corresponsable del no acuerdo.

Con todo, ha explicado que habla ahora por dos motivos. "Uno, el menos importante, que cada día hay más gente que habla por mí. Ya ya puestos, prefiero poner mi voz directa", ha ironizado.

Pero ha añadido un segundo motivo, "más importante", y es que lo interpelan directamente algunas cosas que están pasando y que son trascendentes. "Estos días se han tomado decisiones que no me dejan indiferente", ha advertido.

Expulsión del Govern

En concreto se ha referido a dos decisiones. La primera, cuando Carles Puigdemont y otros dirigentes decidió abandonar el PDeCAT para ir a otra formación; y la segunda, la remodelación del Govern que "se justifica para estar más preparados de cara a la lucha de la pandemia", pero que ha representado la expulsión de la única consellera del PDeCAT, Àngels Chacón. Ha advertido que la decisión de dejar fuera a un partido que da apoyo al Govern, no es neutra ni gratuita, y tiene consecuencias, porque ha contribuido a agravar el enfrentamiento.

Mas, que también ha mostrado la "decepción" ante el hecho de que se hubiera llevado a los tribunales el pulso por la marca JxCat, cuando había un compromiso firmado para no utilizar estas siglas de manera separada, ha advertido que cuando se quiere integrar y sumar lo que hace falta buscar es aquello que suma, no lo que resta. "Si identificas aquello que suma, puedes llegar a un acuerdo", ha advertido.