El pasado sábado una manifestación conformada por varios colectivos fascistas tomó el barrio madrileño de Chueca al grito de "fuera maricas de nuestros barrios" entre otros. Las imágenes que se hicieron virales rápidamente dejaron a muchos con la pregunta: ¿cómo puede ser que puedan hacer eso? La respuesta es sencilla: tenían autorización para hacer la manifestación de la misma Delegación del Gobierno en Madrid. Una autorización que las diversas asociaciones nazis consiguieron camuflándose detrás de un conjunto de asociaciones vecinales a cuyo nombre pidieron el permiso para manifestarse.
Según informa Público, un conglomerado de organizaciones neonazis enmascaradas en asociaciones de vecinos son las que convocaron la manifestación anti-LGTBI del pasado sábado. En concreto, la autorización para manifestarse la pidieron dos: la Asociación de Vecinos de Sant Blas-Canillejas y la Asociación de Vecinos de Pinar de Chamartín. El encargado de hacer el papeleo para la concentración fue un conocidísimo ultraderechista: Alberto Ayala de Cantalicio, quien carga en la espalda ocho detenciones por racismo, según El Español.
No solo se escondió qué partidos y colectivos se encontraban detrás de estas asociaciones vecinales poco ortodoxas, también se mintió sobre el motivo de la manifestación para conseguir la autorización. En el escrito donde se pedía permiso se especificó que el motivo de la concentración era para protestar contra las Agendas 2030 y 2050, unas iniciativas puestas en marcha por las Naciones Unidas y por el Gobierno respectivamente, que impulsan medidas por la justicia social y el desarrollo sostenible.
Aunque algunas pancartas reflejaban eslóganes con el motivo inicial de la manifestación, las consignas y simbología fascista y el explícito ataque al colectivo LGTBI en uno de los espacios de la ciudad más emblemáticos para este, no dejan margen de duda sobre el mensaje de odio que propugnaban los manifestantes. La Delegación cayó en el engaño de lo que, a priori, parecían unas asociaciones de vecinos críticas con el Gobierno.
Madrid "seguro"
El conglomerado de asociaciones vecinales que enmascaran a las agrupaciones nazis no solo funcionan como empresas pantalla para cubrir sus actividades, sino que también son una herramienta logística y propagandística para estas organizaciones. Estas asociaciones se agrupan bajo los paraguas de Madrid Seguro desde el pasado mes de abril.
Se trata de una especie de organización de enlace entre las diferentes asociaciones de vecinos de corte nazi. Entre las que conforman este conglomerado figuran la Asociación de Vecinos de Sant Blas-Canillejas, la de Getafe o la de Pineda de Chamartín-Hortaleza Carlomagno, entre otros. En la manifestación también participaron organizaciones nazis como España 2.000.
El manifiesto de Madrid Seguro aboga por una reivindicación "de la cultura e identidad de los pueblos de Europa", uno de los eslóganes racistas de la extrema derecha más repetidos. Sin mucha sorpresa, también se postulan contra la multiculturalidad y su mensaje es una amalgama de consignas racistas. Ellos, por su parte, se definen como una "asociación vecinal" diferente.
Consecuencias en la Delegación del Gobierno
La Delegación del Gobierno en Madrid se tragó la máscara con que se presentaron los diversos grupos de neonazis a pedir permiso para manifestarse, así como la excusa con que organizaban la marcha. Un error que ha despertado la furia de la oposición.
La institución ha respondido a las críticas pidiendo perdón y la actual delegada del Gobierno ha admitido que fue engañada, pero se ha negado a dimitir.
Otras asociaciones y ciudadanos han puesto el grito en el cielo porque se haya podido permitir esta exhibición desacomplejada de fascismo. Sin ir más lejos, hoy el colectivo Femen se ha manifestado ante la Delegación del Gobierno en Madrid.