Si alguien hace uso de la violencia o la intimidación, ya se da por hecho que la relación no era consentida. Es este el pilar de la reforma de la ley del 'solo sí es sí' que quiere impulsar el PSOE, y su gran argumento para afirmar que se mantiene el consentimiento en el centro. De esta manera, los socialistas pretenden presionar a Podemos, que asegura que con los retoques que hace el PSOE a la ley, el consentimiento deja de estar en el corazón de la legislación, y hace pasar a las víctimas por un "calvario probatorio" en cualquier juicio por agresión sexual.
Fuentes del Ministerio de Justicia sostienen que el supuesto 'calvario probatorio' existe en cualquier tipo de juicio, por muy desagradable que sea para las víctimas, y que siempre se ha tenido que demostrar que un acusado ha hecho uso de la violencia o la intimidación para cometer un delito. Así pues, a pesar de no volver al Código Penal anterior, la propuesta socialista sí que apuesta por recuperar las penas anteriores y aumentarlas entre uno y dos años cuando ha habido violencia o intimidación.
De hecho, estas mismas fuentes sostienen que "lo que cambia la vida de la gente son las leyes y no los relatos", ya que consideran que Podemos "ha desenfocado el problema" y ha enviado mensajes confusos sobre el hecho de que ahora ya no había que acreditar que había habido violencia en un juicio para creer a la víctima, y que todo giraba en torno a si había habido consentimiento o no. "El aumento de penas es una decisión política, y en eso hay que ser valiente y determinado", apuntan estas mismas fuentes, que sostienen que el único problema de la ley era la redacción de las penas.
Ahora el PSOE se lamenta de que, según qué lectura se hiciera de la ley, a una persona le podía salir más a cuenta agredir sexualmente a una mujer que no robar. Asimismo, el Ministerio de Justicia, a través del grupo parlamentario socialista en el Congreso, ha presentado un texto que limita más la interpretación de los jueces. Además, sostienen que plantear la violencia o la intimidación como agravantes —como defendía Podemos— hacía que las penas se dispararan y que hubiera punitivismo.
Las pinceladas en el Código Penal
En primer lugar, el grupo socialista del Congreso de los Diputados apuesta por modificar el artículo 178 y aumentar la horquilla de penas en un año (de 1 a 5, en lugar de 1 a 4) "si la agresión se comete haciendo uso de la violencia o la intimidación o sobre una víctima que tenga anulada por cualquier causa su voluntad". En el 179, también aumenta la horquilla de penas. Si antes se castigaba con penas de 4 a 12 años de prisión a aquella persona que agrediera sexualmente a través de "el acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal", ahora la horquilla se eleva y pasa a ser de 6 a 12 años.
El PSOE también pide elevar más las penas en aquellos casos en que la agresión haya sido cometida en grupo, o se haya utilizado una violencia especialmente descarada; o bien se hayan utilizado armas o haya una relación de parentesco entre la víctima y el agresor. El artículo 180 se modifica de manera que, cuando se haya producido una agresión sin consentimiento, con violencia o intimidación, se puedan agravar todavía más las penas si hay circunstancias que pudieran hacer más grave el delito, y aumentar los castigos con penas que irían de los cinco a los diez años de prisión. Y si la agresión va acompañada de una penetración y hay agravantes, la condena podría estar entre los 12 y los 15 años.