Después de Melilla, la última ciudad donde encontramos la única estatua del dictador Francisco Franco és Santa Cruz de Tenerife. Desde el PSOE canario, su secretaría de Memoria Histórica dirigida por Hugo Báez ha solicitado la retirada de este monumento de Juan de Ávalos situado entre la Rambla de Santa Cruz y la avenida Francisco de la Roche: "Los socialistas exigimos su retirada. Las excusas tienen que acabar, hay que cumplir con la Ley 52/2007". Además, lamenta que "el ayuntamiento de Santa Cruz sigue dilatando su retirada".
El ayuntamiento no escucha
De hecho, el único cambio después de la dictadura es renombrar la escultura. Ahora, en vez de llamarse 'Monumento del Ángel Caído' se conoce como 'Monumento en Su Excelencia'. Desde Coalición Canaria y el PP, que gobiernan la ciudad, ya han corrido a decir que "este asunto no es una prioridad". Unos hechos que contradicen los últimos informes encargados por el mismo consistorio. Según el PSOE, el alcalde José Manuel Bermúdez (CC) pidió en un grupo de la OJO Maria Isabel Navarro Segura y determinó que la escultura es ilegal y tiene que ser retirada del espacio público. Baéz recuerda que "siguen sin hacer caso y luciendo un monumento en honor a un dictador y en conmemoración y exaltación de la sublevación militar, la Guerra Civil y la dictadura franquista".
Miembros del Consejo del Patrimonio piden que no se retire
A la contra, no tan sólo hay la indiferencia del PP y Coalición sino también la respuesta de diferentes organizaciones que se definen como culturales. La más insistente es la Asociación San Miguel Arcángel y lo argumenta: "Tiene los suficientes valores artísticos para ser preservada. A más, el equilibrio urbano del espacio donde está ubicado, tal como se describe en el estudio geométrico ha adquirido unas señas de identidad y ha sabido adoptar expresiones sociales y valores culturales paralelos con el conocimiento y las expresiones sociales de una democracia del siglo XXI".
Pero podemos ir más allá. También la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, como miembro del Consejo del Patrimonio Cultural de Canarias, lo defiende. Este Consejo es el órgano supremo asesor y consultivo de las administraciones públicas de las islas en materia de patrimonio cultural, lo que le otorga una especial consideración. Entrando en el detalle de lo que dice la Ley, estas organizaciones omiten la de la memoria histórica para poder interpretar la estatua como una más: "El conjunto escultórico está protegido por la Ley de Memoria Histórica en su punto 15.2 que afirma que la ley no es aplicable cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artísticas religiosas protegidas". La pregunta es, ¿a qué ley se refieren si esta especifica la excepcionalidad?
Otras entidades también habían defendido la estatua fascista desde el 2018. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, la Real Academia de Extremadura o la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, honran el patrimonio artístico de Santa Cruz de Tenerife, y en ellos también está Franco. Por otra parte, la Fundación CICOP (Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio), en un informe de 31 de mayo de 2018 concluye: "Los valores artísticos del conjunto escultórico son incuestionables", de manera que "este constituye uno de los ejemplos donde el pasado convive con el presente y el futuro".