El presidente de Societat Civil Catalana (SCC), Fernando Sánchez Costa, ha asegurado que su entidad aspira a convertirse en "una versión constitucionalista de Òmnium Cultural". Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press.
Por otro lado, ha considerado inadecuada e inoportuna la posibilidad de indultar a los presos del 1-O y ha pedido al Gobierno que "vaya de cara" si tiene decidido emprender alguna medida así.
"No creemos que sean oportunos los indultos ni que sea el momento ni que se den las condiciones para los mismos; entre otras cosas, porque lo que escuchamos es: 'Lo volveremos a hacer", ha dicho en la entrevista, en que ha dicho que ha tenido un debate vivo sobre esta cuestión en el seno de la entidad.
También ha reclamado al Gobierno que, si está dispuesto a aprobar indultos u otra medida de gracia, lo haga "de cara, y no a través de una reforma por detrás del Código Penal, que pondría la alfombra a la próxima sedición".
Además, ha emplazado al presidente Pedro Sánchez a cumplir su promesa electoral de "tipificar como delito penal la convocatoria ilegal de un referéndum", lo que, en su opinión, hubiera ahorrado muchos problemas a los catalanes.
Tras la carta que militares enviaron al Rey asegurando que el Gobierno actual amenaza la unidad de España, Sánchez Costa no cree que esté en riesgo la unidad de España, pero sí "algunos valores del sistema constitucional del 78", por la presencia de Podemos en el Ejecutivo y por los socios en que se apoya.
Socios alternativos
Así, ha llamado al Gobierno a "coger bien fuerte las riendas y a buscar socios alternativos" a los que quieren "desguazar" España, lo que, según él, requiere generosidad por su parte y también por parte de los partidos de la oposición, en referencia a Cs y PP.
Para Sánchez Costa, los constitucionalistas catalanes vuelven a ser invisibles porque quedan subordinados "a los intereses y la geometría parlamentaria de Madrid y de los partidos nacionales en Madrid, y esto ha pasado con el PP y con el PSOE", y ha pedido revertir esta situación y que atiendan sus reivindicaciones.
Òmnium Cultural
Preguntado por si SCC aspira a ser una "versión constitucionalista de Òmnium", ha respondido que es su objetivo y ha resaltado el "gran trabajo" que la entidad ha llevado a cabo pero en un sentido diferente al que SCC defiende.
"Estamos pensando más en influir en el marco cultural y cívico a medio plazo que en las peleas políticas a corto plazo. Queremos mantener este papel de casa común y de entidad transversal no significada ni subordinada a la estrategia de un partido", ha añadido.
Por el contrario, ha asegurado que lo último que quieren es ser como la ANC, que define como "una especie de guardianes de la revolución que dicta a la gente lo que tiene que hacer", y se ha opuesto a la posibilidad de fiscalizar a los partidos.