Asturias también ha querido decir la suya sobre el escándalo con los 31 trenes de cercanías destinados principalmente a Cantabria y Asturias, que no caben en los túneles. El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha exigido al Ministerio de Transportes que "depure responsabilidades y tome decisiones" para determinar quiénes son los responsables del error en el diseño de los nuevos trenes de cercanías entre las dos localidades, que han resultado más anchos que los túneles que tenían que atravesar. Barbón desde la población de Bimenes, ha denunciado que eso es una "auténtica chapuza". Además, ha recordado que en los alrededores de Asturias se invertirán 1.000 millones, y por esta razón reclama explicaciones al ministerio sobre los nuevos plazos de fabricación de los convoyes, así pues, ha pedido que se agilicen. Barbón ha advertido a la administración que irán "de la mano" con Cantabria para hacer frente a este escándalo, y ha propuesto una reunión conjunta de las dos comunidades con el ministerio que lidera Raquel Sánchez.
Ceses inmediatos
El escándalo con los 31 nuevos trenes de Renfe salió a la luz este viernes cuando el gobierno de Pedro Sánchez reconoció que los convoyes no pasan por los túneles, porque nadie calculó que son demasiado grandes. Algunos de los túneles de esta vía fueron construidos en el siglo XIX. El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Xavier Flores, reconoció entonces que se había producido "un problema" en la dimensión de los trenes comprometidos, y aseguró que Renfe ya trabaja con el fabricante para disponer "cuanto antes mejor" de nuevos trenes, que serán "modernos", "mejorarán la vida de los ciudadanos" y contarán "con las máximas prestaciones". Este "error de cálculos" perjudicará Asturias y Cantabria porque implica que ahora la renovación se alargará 2 o 3 años.
No fue hasta sábado que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se manifestó sobre esta situación surrealista y lo hizo anunciante que se producirían "ceses inminentes" en Renfe y Adif. Sánchez, en un intento de calmar a los afectados, aseguró que el nuevo modelo estará diseñado en verano, para empezar a fabricarlo inmediatamente. Además, la ministra detalló que se constituirá un grupo de trabajo, al cual invitará a participar en los gobiernos de las dos comunidades, para hacer seguimiento de todo el proceso y ha encargado ya una auditoría interna en Renfe y Adif para "poder determinar con más detalle cuándo se produjo este error".
Buscar responsables
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, fue el primer político implicado que se manifestó, y exigió a Raquel Sánchez unas respuestas "claras, concisas y contundentes" que expliquen la "mayúscula chapuza" que, a su juicio, supone el retraso en la entrega de los trenes de cercanías que iban a llegar a Cantabria y Asturias. Este domingo, y después de las declaraciones de la ministra, Revilla ha explicado a Catalunya Ràdio como fue su reacción al recibir la noticia. "Cuándo lo supe me pregunté si era el día de Sants Innocents, uno se queda perplejo, parece una película de Berlanga", ha ironizado el presidente cántabro. En un tono más serio, ha denunciado que cuando la empresa hace la licitación se da cuenta de que no coincide el ancho de los vagones con el de los túneles, y eso "se lo tienen callado durante dos años y pico".
"¿De quién es culpa? Porque la ministra todavía no lo tiene claro... Yo le he dicho que aquí alguien tiene que pagar las consecuencias. Y necesitamos los trenes ya porque este es uno de los dramas de esta región, los trenes que dependen del gobierno de España, los trenes nuestros son de la época de Kansas-Oregón", ha explicado Revilla, que ha reiterado "explicaciones y soluciones" al Ministerio de Transportes.