La sede de Òmnium Cultural en Barcelona ha sido atacada este domingo, en el mismo día en que se ha celebrado la manifestación españolista contra la amnistía con la presencia de líderes de derecha y extrema derecha de toda España. Según ha compartido la entidad, les han arrancado carteles de la fachada y han pegado pegatinas con mensajes como 'Ni amnistía ni indultos a malversadores y golpistas'. En una publicación en X, Òmnium ha comunicado que su sede en la capital catalana ha sido atacada y ha sufrido algunos destrozos por parte de españolistas. "Condenamos el ataque que ha sufrido nuestra sede nacional de Barcelona. Su intolerancia nos afianza el compromiso de trabajar por la lengua, la cultura y el país. ¡No pasarán"!, ha publicado Òmnium.

Después de anunciar el ataque recibido, diferentes políticos. Entre los primeros a reaccionar se encuentra Laura Borràs, presidenta de Junts per Catalunya. "El ataque a la sede de Òmnium demuestra la incapacidad de sus autores de superar la intolerancia en que viven instalados. Más que nunca, democracia e independencia como camino para liberarnos. Desde Junts per Catalunya condenamos rotundamente este vandalismo", ha publicado en X. Por otra parte, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, también ha compartido la noticia con un mensaje para los "intolerantes". "Tengo una mala noticia para los intolerantes: a Òmnium Cultural seguiremos plantando cara a todos aquellos que nos querrían en silencio, quietos y resignados", ha escrito.

La España contraria a la amnistía fracasa en la manifestación de Barcelona

De nuevo, un 8 de octubre, el españolismo se ha manifestado en las calles de Barcelona, convocado por Sociedad Civil Catalana ante la posibilidad de una ley de amnistía. Ahora bien, si el objetivo de la entidad era recuperar "el espíritu" y la movilización del 2017, cuando el unionismo se manifestó en Barcelona una semana después del referéndum, han fracasado estrepitosamente: si entonces reunieron 950.000 manifestantes según los organizadores (350.000 decía la Guardia Urbana), este año la asistencia se ha visto significativamente reducida: 50.000 según la policía de Barcelona y 300.000 según los organizadores, muy lejos de las cifras de hace seis años, cuando la entidad consiguió reunir todos los partidos del 155, también el PSOE y el PSC.