Dos años después de los atentados en Barcelona y Cambrils, continúa abierta la investigación que tiene que desembocar en el juicio.
El juez Fernando Andreu encargó una investigación policial para determinar si los atentados de Barcelona y la célula terrorista que les perpetró tenía conexiones internacionales y si estaba en contacto con los grupos terroristas de Bélgica, Francia y Gran Bretaña, donde habían ocurrido los ataques de los últimos años.
Aunque la fase de instrucción todavía no está acabada, que hay 3 piezas secretas y que se han acreditado seguimientos de viajes a Bélgica de los terroristas de los atentados de Barcelona y Cambrils, fuentes de la investigación aseguran que hasta ahora no se ha encontrado ninguna conexión internacional con otras células terroristas. También se descarta la conexión a partir del material explosivo encontrado. No se utilizaron ni los mismos materiales ni la misma metodología.
La policía reconstruye en el sumario los diversos viajes que hacen los diferentes miembros de la célula a Bélgica y a Francia. Pero no ha quedado acreditado que tuvieran relaciones con otros terroristas. De hecho, en el sumario que se hizo público ahora hace un año, se reproduce la declaración del terrorista superviviente de los atentados que asegura haber escuchado una conversación donde se habla de un segundo grupo terrorista asentado en Francia que pretendía entrar en Catalunya. Pero un año después, tampoco ha quedado acreditada la existencia de esta célula.
Siguiendo la pista
Un año antes del atentado aparece una amenaza terrorista contra la Sagrada Familia. Los investigadores creen que coincide con el momento de radicalización de la célula de los jóvenes del atentado en Barcelona. Era el 9 de agosto del 2016. Los Mossos d'Esquadra investigaban la imagen que difundió Daesh, donde se ven diferentes monumentos de todo el mundo. Por primera vez en una imagen de este tipo aparece un monumento de Barcelona: la Sagrada Familia. El símbolo barcelonés compartía mensaje con la Torre de Pisa, la Estatua de la Libertad, el Coliseo de Roma, el Big Ben de Londres y la Ópera de Sidney. Sobrevolando los monumentos, dos aviones comerciales que recuerdan los atentados en las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001.
Entre la documentación encontrada hay indicios de que la Sagrada Familia podía ser uno de los objetivos y que la célula podía haber recibido la influencia de Daesh. Pero no constan pruebas que lo acrediten.
El año 2006, el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty estuvo relacionado con la operación Chacal". Es Satty compartió celda con Belgacem Bellil, que posteriormente se inmoló en Iraq y mató a 19 soldados italianos.
Años más tarde, Abdelbaki Es Satty recibió cuatro "visitas policiales" en el centro penitenciario Castelló I, donde cumplía condena por tráfico de drogas. Fueron entre los meses de abril y junio del 2012 y la última el 17 de marzo del 2014, un mes antes de que abandonara la prisión. En concreto, consta que Es Satty fue visitado por los agentes de la Guardia Civil los días 5 de abril, 24 de mayo y 26 de junio del 2012. Y que hubo una visita de agentes del CNI el día 17 de marzo de 2014, es decir, meses antes que se constituyera el grupo terrorista que perpetraría los atentados.
Los viajes
El sumario de los atentados de Barcelona y Cambrils refleja el interrogatorio de Mohamed Houli Chemlal. Houli Chemlal explica que Younes Abouyaaqoub y Omar Hychami hicieron un viaje a Marsella y a París. "Esta noche dormimos en mi casa y, al día siguiente, fuimos a Alcanar donde se encontraban Mohamed Hychami y Youssef Aallaa. Younes y yo nos quedamos y Omar se marchó", relata. El dato coincide con el informe policial que se obtiene de la colaboración con la policía francesa que ratifica que Abouyaaqoub y Hychami estuvieron en Francia y que compraron unas tarjetas de teléfono móvil.
"Cuando estaba en Alcanar escuché como Younes Abouyaaqoub, Mohamed Hychami y Youssef Aalla, que se encontraban en el porche, hablaban entre ellos. Lo primero que oí fue que hablaban de dos hombres que se movían mucho con el imán y que hacían viajes a Francia y Bélgica, que estos hombres eran los que mandaban por él, que eran gente de dinero y que nos ayudarían; de ellos no sé nada más", prosigue Mohamed Houli Chemlal en su declaración.
De la conversación Houli Chemlal concluye que hay otra célula yihadista en Francia que podría entrar a Catalunya por Andorra y atentar en Lloret de Mar: "Otra cosa que les oí decir, que es por lo que tengo miedo, por mi familia, es que decían que no estábamos solos, que conocían a otro grupo. Que el imán conocía a otro imán que tenía otro grupo como nosotros, de ocho o nueve personas. Este grupo era de Francia y que tenían pensado pasar en España por Andorra, comprar armas y atentar en Lloret de Mar. Querían atentar contra el Ayuntamiento y la Policía. Yo no sé si lo querían hacer de manera coordinada con nosotros o no". Pero de este viaje y de estos individuos no aparece en ningún sitio más información nueva.
Hay otros viajes de otros miembros de la célula habían hecho otros viajes a Suiza y Alemania del 18 al 20 de diciembre del 2016, en París y Bruselas los días 25 a 28 de diciembre del 2016 con el mismo Audi A-3 que después se utilizaría en el atentado de Cambrils.
Además, semanas antes de los atentados de Barcelona y Cambrils Moussa Oukabir fue a París. Explicó a su hermano que había ido en moto y con un amigo. Entre los amigos de Oukabir, hay dos que tenían motocicletas de gran cilindrada: Mohamed el Ghazi y Youness Abouyaaqoub.
Las últimas informaciones sobre la relación entre el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty y el CNI han llevado al padre del niño muerto en la Rambla, Javier Martínez, que forma parte de una de las acusaciones, a pedir una investigación detallada y que se incluya en la instrucción del caso.
El juicio
El juicio de los atentados de Barcelona y Cambrils no tiene fecha y aunque la investigación está avanzada, la instrucción está todavía muy lejos de cerrarse. Falta resolver las últimas diligencias presentadas por el padre del niño muerto en la Rambla, Javier Martínez y realizar todos los escritos de acusación y defensas.
Las partes prevén que no habrá juicio hasta de aquí un año o hasta el 2021.