La Audiencia de Barcelona ha rechazado recusar al titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona al frente de la investigación a altos cargos del Govern por el 1-O, al entender que no hay ningún motivo que avale la petición de dos de los imputados, en los que aprecia "mala fe".

En un auto, a que ha tenido acceso Efe, la sección segunda de la Audiencia de Barcelona desestima la petición para recusar al magistrado José Antonio Ramírez Sunyer planteada por Josep Maria Jové, secretario general de vicepresidencia cuando la consellería estaba ocupada por el exconseller Oriol Junqueras, a la que se adhirió Josep Masoliver, director del área de Información de la Fundación Punt.cat.

La Audiencia concluye en su escrito, que no se puede recurrir, que "ni uno solo" de los catorce motivos alegados por Jové, a los que se sumó Masoliver, para recusar a Ramírez Sunyer pueden conducir a la estimación de su pretensión, ya que la "amalgama de afirmaciones" en la que sustentan su solicitud no cuenta con ninguna "corroboración".

Multa a Jové i Masoliver

Según la Audiencia, Jové y Masoliver, que fueron detenidos el pasado 20 de septiembre en una operación ordenada por el juez en contra de los preparativos del referéndum del 1-O, han actuado ahora con "mala fe" al pedir la recusación del magistrado, por lo que impone a ambos una multa de 1.500 euros, que deberán ingresar en los próximos días ante el juzgado de instrucción 13 de Barcelona.

Para la Audiencia, los dos imputados pidieron la recusación del magistrado guiados por la "mala fe", con el objetivo de tratar de "apartar del conocimiento de la causa al juez que venía conociendo de ella, siendo conscientes de que su pretensión carecía del más mínimo fundamento al apoyarse en simples alegaciones no sustentadas en elemento probatorio que las avalase".

La Audiencia rechaza que el juez haya actuado guiado por un "interés directo o indirecto" en la causa, por lo que no aprecia ningún tipo de "base jurídica" para asumir las tesis de la defensa de Jové, que esgrimió catorce argumentos para justificar la recusación, que el tribunal rechaza uno a uno.

Como ejemplo, la Audiencia avala que el juez mantuviese durante meses la causa en secreto o que encargara las diligencias a la Guardia Civil, que ha actuado como policía judicial. "Ningún reproche cabe hacer en este sentido al juez, quien estaba legitimado para auxiliarse de la Guardia Civil en su tarea instructora", remarca el auto, que también sostiene que la detención de Jové, durante unas 54 horas, no excedió las previsiones legales.

Cadena de bajas médicas

El recurso de Jové, al que se adhirió Masoliver, es uno de los cuatro presentados por los investigados en la causa -que cuenta con una veintena de imputados- en que se solicita la recusación del magistrado, que actualmente se encuentra de baja médica.

Sunyer, de 70 años de edad, dejó de instruir el caso del 1-O después de ordenar la operación en la cual el pasado 20 de septiembre fueron detenidos una veintena de cargos del Govern, entre ellos Jové, ya que cuatro de las defensas plantearon su recusación, tres de las cuales están pendientes de ser resueltas por la Audiencia, según el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

Desde entonces, Ramírez Sunyer fue relevado en el caso del 1-O por el titular del juzgado de instrucción número 29 de Barcelona, también de baja médica actualmente, de manera que está siendo sustituido por Jaime Conejo.

Por este motivo, es este magistrado, titular del juzgado de instrucción número 16, quien en las últimas semanas ha dictado las resoluciones relacionadas con la causa por los preparativos del referéndum. Conejo ha sido especialmente polémico por haber publicado contenidos españolistas en sus redes sociales.

Ramírez Sunyer fue hospitalizado en estado grave el lunes de la semana pasada en un centro de Barcelona, donde se le han practicado varias pruebas médicas.