Todo el mundo sabía que la operación secreta para colgar carteles difamando a los hermanos Maragall podría llegar a descubrirse y así ha sido. Unos nuevos audios secretos a los que ha tenido acceso ElNacional.cat confirman que el cerebro de la operación —quien por los cortafuegos orquestados por Esquerra Republicana de Catalunya, todavía no se ha podido conocer— ordenó que para llevar a cabo la actuación se reclutaran personas extranjeras. De esta manera habría sido mucho más complicado llegar a ellos. En cambio, fueron tres jóvenes de Igualada, catalanes, quienes se encargaron de colgar los carteles de “Fem fora l'Alzheimer de Barcelona” frente a sedes de Esquerra y también en centros de enfermos cobrando 50 euros, tal como se descubrió la semana pasada en una entrevista exclusiva de uno de los tres jóvenes a ElNacional.cat.

🟡 Pau: “Yo colgué los carteles de Maragall; nos ordenaron también hacerlo en centros de enfermos de Alzheimer”
 

🟡 Pau: “Relevance era la empresa que nos pagó por colgar los carteles de los Maragall”
 

Nuevos audios secretos del caso de los carteles de los Maragall

Es una nueva información a la que ha tenido acceso este medio, que se suma a las reveladas la semana pasada y a las publicadas en los últimos días sobre este escándalo que salpica directamente al partido republicano como quien ordenó, coordinó y financió, supuestamente, este ataque de falsa bandera contra los hermanos Maragall en plena campaña electoral de las elecciones municipales de 2023, en las que Ernest Maragall —ahora ya exmilitante de Esquerra— se presentaba por Esquerra.

 

Se trata de una grabación hecha en un coche entre dos de los jóvenes que fueron reclutados por V.L. para colgar los carteles que la B —la estructura paralela de propaganda del partido— había diseñado para intentar poner en el debate público a su candidato, que estaba eclipsado por Xavier Trias y Jaume Collboni, los candidatos de Junts y del PSC, respectivamente. La conversación es entre Pau y G.F., el joven que tenía contacto directo con el militante de Esquerra y que facturó a Relevance para cobrar los encargos. Entre otros, la pegada de los carteles de la infamia. Según un atestado policial, que forma parte del sumario de la instrucción del Juzgado 27 de Barcelona, G.F. llegó a facturar, en una decena de facturas, 40.000 euros de esta empresa afín a ERC. Pau, en cambio, igual que el tercer joven, no ha recibido más que una pequeña parte de este dinero, aunque habían pactado un reparto según las responsabilidades y riesgos que tomaron con la acción de falsa bandera que perpetraron.

G.F., que tenía contacto con el militante de L'Anoia, explica en esta conversación que quien le encargó el trabajo dijo que había reclutado a tres personas extranjeras para hacer la acción y así complicar que pudieran ser atrapados. “Yo era yugoslavo, G. era albanés y tú eras ruso”, explica. “Y cuando descubrieron que no era así, nos vendieron”, relata, a preguntas de Pau. “Cuando se dieron cuenta de que éramos catalanes y de que éramos de Igualada… empezó el dominó. Gente fuera. Gente asustada”, relata también G.F. —uno de los tres que sale en las imágenes que consiguieron los Mossos— en esta grabación que se ha podido conocer ahora y que fue grabada cuando estas imágenes ya eran públicas, los Mossos ya habían identificado a los tres jóvenes y la investigación estaba en marcha.

“Si han pillado alguna factura, estamos muertos”

En la conversación a la que ha tenido acceso ElNacional.cat también se puede escuchar como G.F. teme que puedan ser descubiertos. “Nos pueden pillar de una manera muy fácil, descubriendo la empresa [Relevance]”, apuntan. “Si han pillado [los Mossos] alguna factura, estamos muertos”, asegura uno de los dos implicados. Las investigaciones policiales y también el testimonio, en una entrevista a ElNacional.cat, han permitido saber que G.F. facturaba a Relevance por el trabajo que le encargaban los cerebros de la B.

 

Es aquí donde creen que está la parte más débil de la trama y que es por aquí por donde pueden caer. En la conversación también se puede escuchar como G.F. asegura que falsificó informes para demostrar que había hecho el trabajo que había facturado a la empresa. El joven que tenía contacto con el militante V.L., del Anoia y en contacto con otras personas vinculadas al partido republicano, que los Mossos no han podido aclarar quiénes eran, también explica que los dos móviles intervenidos, a él y al militante, también pueden servir para conseguir llegar a información.

Finalmente, el vaciado policial no permitió llegar más arriba que V.L., a pesar del temor de G.F. “No encontrarán nombres. No hay pruebas sólidas que nos puedan incriminar”, asegura en esta conversación a Pau, para tranquilizarlo. También detalla que las conversaciones con los dos militantes de Esquerra con quienes tuvo contacto G.F. se hicieron desde aplicaciones encriptadas que se destruyen. Pero cometió un error —no lo explica aquí, se ha podido saber después—; hizo capturas de pantalla, que fueron encontradas por los Mossos d'Esquadra.

“Son unos mataos

Quizás G.F. imaginaba que trabajaba para una organización seria y poderosa. O tal vez así se lo dijeron cuando le ofrecieron, supuestamente, 300 euros por colgar los carteles, con dos conocidos suyos, en Barcelona la noche del 8 de marzo de 2023. Le dijeron que todo estaba preparado, que tenían contacto con los Mossos d'Esquadra —en la conversación asegura que agentes de la policía catalana avisaban a Esquerra para saber cómo iba la investigación, un extremo del que no se ha encontrado ninguna prueba— y que no pasaría nada.

 

Y eso también lo transmitió a sus cómplices, Pau y G.O. Y si todo está cubierto, ¿cómo es que el juez ha aceptado analizar los móviles de V.L. y G.F.? “Si se supone que todo está cubierto, el juez no habría autorizado mirar los móviles”, pregunta Pau. “¿Cómo, que todo está cubierto? El juez, no. El juez no se puede controlar. Necesitas miles, miles y miles de euros. No tienen estructura para hacerlo. Son unos mataos. Son unos mataos totales”, explica G.F. en la conversación.