La sindicalista y militante comunista mallorquina Aurora Picornell fue asesinada en 1937 con tres tiros en la cabeza después de haber sido apalizada por sus captores franquistas. Así lo confirma la autopsia publicada este viernes que se ha realizado a sus restos mortales, que se localizaron en una fosa común de Manacor. La figura de Picornell volvió recientemente a la memoria colectiva por el criticado gesto del presidente del parlamento balear, Gabriel Le Senne (Vox), que rompió una imagen de la sindicalista en plena cámara legislativa. La familia de Picornell y la Asociación Memoria de Mallorca han denunciado a Le Senne por delito de odio y la autopsia corresponde al informe que la familia ha remitido al juez.
El informe del forense, avanzado por el diario balear Última Hora, confirma que Aurora Picornell sufrió una muerte violenta "de carácter homicida", junto con otras compañeras. Todas ellas estaban encarceladas y la noche de Reyes de 1937 fueron sacadas a la fuerza, torturadas y ejecutadas. En concreto, en el caso de Picornell, murió con tres tiros en la cabeza, ya que presenta en el cráneo dos orificios de entrada y tres de salida: en la sien, en la cara y en a occipital. La autopsia también confirma que fue sometida a un calvario violento, ya que presenta fracturas en brazos y piernas. Los restos de Picornell, que tenía 24 años, se encontraban con los de otras dos víctimas, también torturadas y asesinadas a tiros, si bien todavía no se ha identificado su identidad. También presentan fracturas en las extremidades y agujeros de bala en cráneo y manos. Esto último indica a los forenses que se habrían tapado la cara y la cabeza con las manos antes de ser ejecutadas.
El caso Le Senne
El presidente del parlamento balear, Gabriel Le Senne, alegó la semana pasada ante el juez que rompió la fotografía de Picornell de manera accidental, aplicando el reglamento sobre los miembros de la Mesa, y aseguró que hubiera hecho lo mismo con cualquier otra imagen que hubiera tenido allí exhibida, poniendo como ejemplo una del dictador Francisco Franco. También explicó que había pedido disculpas por el gesto, si bien se reafirmó en que cumplió el reglamento de la Cámara. Por su parte, la familia entregó al juez controvertidas opiniones que Le Senne había escrito contra la figura de Aurora Picornell en sus redes sociales, con la intención de demostrar que hubo una intención de odio.
El incidente se produjo durante el debate parlamentario sobre la derogación de la ley de memoria democrática que impulsan PP y Vox en todas las comunidades autónomas en las que gobiernan. Le Senne arrancó las fotografías del ordenador de la vicepresidenta segunda de la Cámara, Mercedes Garrido (PSOE), durante un intenso debate. Le Senne argumentó la necesidad de "preservar la neutralidad de la sala" y exigió la retirada de las imágenes. Pero las diputadas socialistas se negaron y respondieron que las fotos estaban allí como "acto de justicia y reparación". Entonces, el presidente balear cogió las imágenes y las rasgó.