El año 2023 será intenso, al menos desde un punto de vista electoral. El estado español afronta tres comicios en dos fechas diferentes. El 28 de mayo toca que todos los ciudadanos escojan a los alcaldes de sus municipios, y que los habitantes de doce comunidades autónomas renueven su parlamento. Estas autonomías se convertirán en los campos de batalla del PP para ganarle la guerra al PSOE, con el objetivo de teñir a España de azul y enviar a Alberto Núñez Feijóo hacia las elecciones generales de diciembre —todavía sin una fecha exacta anunciada— con más músculo en la batalla final contra Pedro Sánchez.

Los socialistas llegan al 28-M como vigentes ganadores de los pasados comicios. De las doce autonomías que colocarán urnas en sus colegios electorales, nueve pertenecen al PSOE: Aragón, Asturias, Illes Balears, Islas Canarias, Castilla-La Mancha, País Valencià, Extremadura, La Rioja y Navarra. Además, en Cantabria gobiernan en coalición con el PRC. Miguel Ángel Revilla es el presidente. El PP solo tiene Madrid y Murcia, aparte de la testimonial presidencia y alcaldía de Ceuta. Con respecto a Melilla, el alcalde-presidente es Eduardo de Castro, exmiembro de Ciudadanos. Ahora bien, hace falta tener en cuenta que los populares tienen la presidencia de tres de las cinco comunidades que el 28-M no celebrarán elecciones: Andalucía, Galicia y Castilla-León.

Los discursos de PSOE y PP

Aunque los electores no votan a sus representantes siguiendo la misma lógica en los parlamentos regionales que en el Congreso de los Diputados, el 28-M será una buena vara para medir la salud del Gobierno. Fuentes de La Moncloa aseguran que el PSOE tiene previsto presumir durante todo el año electoral de su política económica, en relación con cómo se ha combatido la inflación y la crisis energética. Los candidatos socialistas en las autonomías harán lo mismo.

Ahora bien, de la misma manera habrá que ver si la reforma del Código Penal estropea la imagen del PSOE por todo el territorio. No se debe olvidar de que la derogación de la sedición y la reforma de la malversación originaron una revuelta socialista, con Emiliano García-Page y Javier Lambán lanzándose al cuello de Pedro Sánchez. Los dos barones, por cierto, se presentarán a la reelección este 2023. ¿Qué papel puede jugar Catalunya en estas elecciones? ¿La insistencia para celebrar un referéndum pactado puede desestabilizar al PSOE? Una respuesta a esta pregunta podría ser el hecho de que el Gobierno chuta cada vez más lejos la posibilidad de celebrar un nuevo encuentro de la mesa de diálogo. Por otra parte, hay que destacar que los socialistas tienen más gobiernos autonómicos —y municipales— en sus manos y, por lo tanto, podrán hacer gala con más facilidad de su tarea como ejecutivo.

El PP, en cambio, tendrá que centrar sus balas en la crítica, pero todo eso desde la "moderación" que Feijóo siempre ha prometido que quiere abanderar. Puede tener lógica eso si se tiene en cuenta que ha situado como director general de campaña a Elías Bendodo, mano derecha de Juanma Moreno, popular de tendencia moderada que este verano pasado arrasó en Andalucía, histórico feudo socialista. También ha destacado esta semana pasada el fichaje de Borja Sémper, que hará de portavoz de comité de campaña del PP y que también destaca por hacer uso del mismo tono.

La mayoría de los candidatos que el PP envía en estas elecciones, sin embargo, será la primera vez que se examinan en unos comicios. Bendodo ya revelaba este jueves que el activo más destacado de los populares durante los próximos meses sería Feijóo. En cambio, aseguró en rueda de prensa que los candidatos socialistas le habían hecho "un cordón sanitario" a Sánchez, por miedo a que el presidente del Gobierno participe en algún acto de campaña. "Cuando suena el teléfono y ven que llaman desde Ferraz, tiemblan", afirmaba.

 

Ciudadanos: cuestión de vida o muerte

Si hay alguna cosa que puede llegar a salvar a Ciudadanos es que precisamente esta semana se ha renovado su cúpula a través de unas primarias y que podría ser, incluso, que cambiaran de logo y de color. Una renovación del partido que enviará la formación a unas elecciones con un lavado de cara. Ahora bien, hasta ahora los pronósticos no son muy buenos para el partido que, en manos de Albert Rivera, fue decisivo para escoger inquilino en La Moncloa. Después de haber desaparecido del mapa andaluz, varias encuestas calculan que no sacará representantes en muchos territorios.

Si se confirman los malos presagios, el partido se podría dirigir a las elecciones generales absolutamente desangrado. Feijóo ya se lo ha olido, y durante esta semana se ha encargado de dejar bien claro a los dirigentes de Ciudadanos que tienen las puertas del PP bien abiertas. De hecho, las encuestas confirman que los populares se comen buena parte de los votos del partido de Rivera y Arrimadas.

Los nuevos líderes de Ciudadanos, Patricia Guasp y Adrián Vázquez / Foto: Europa Press

Yolanda Díaz y Podemos

Cada día que pasa la relación entre Podemos y Yolanda Díaz está más tensa. La vicepresidenta española mantiene puesto en marcha el motor de Sumar, la plataforma que ha ido creando en los últimos meses para, más que probablemente, presentarse a las elecciones generales de diciembre. ¿Sumar concurrirá también a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M? No se sabe. Y este misterio quema la dirección de Podemos, que quiere confiar en Díaz como candidata en unos comicios españoles y que suplica, cada vez más, una coalición entre las dos formaciones.

La presidencia de Ayuso peligra

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, podría perder su cargo. El CIS del pasado mes de diciembre la situaba como clara vencedora de unas hipotéticas elecciones, pero sin mayoría absoluta. La suma de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, en cambio, obtendría más escaños y, por lo tanto, podría destronar a la lideresa popular.

Isabel Díaz Ayuso, en un acto del PP / Foto: Europa Press

Pugna ajustada en el País Valencià entre PSOE y PP

No queda nada claro que Ximo Puig pueda revalidar su cargo. El CIS de diciembre le otorgaba un importante aumento de escaños (de 27 a 32-45), pero el PP también salía victorioso en el barómetro, pasando de los actuales 19 asientos a la posibilidad de crecer entre los 31 y los 43 representantes. Compromís, en cambio, sufriría un importante porrazo, pasando de los 17 actuales a una horquilla de 6-12.

Malos presagios para Revilla

Cantabria, la única comunidad autónoma de las del 28-D que no tiene presidente socialista o popular, podría dejar de tener a Revilla como presidente. Aunque en 2019 obtuvo 14 escaños, muy por delante de PP (9) y PSOE (7), este diciembre el CIS calculaba que solo obtendría una horquilla de 5 a 7. Ganaría el PP con 10-14 escaños y en tercera posición se situaría el PSOE con 10-13.

PSOE y PP sellarían su poder en Castilla-La Mancha y Murcia

El CIS también calculaba el mes pasado que el socialista Emiliano García-Page podría repetir su mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, con la posibilidad de mantener a Podemos fuera del parlamentarismo manchego. Lo mismo pasaría en Murcia, donde el PP volvería a ganar las elecciones cómodamente. Ahora bien, necesitarían el apoyo de Vox, ya que una suma entre PSOE y Podemos podría destronar a la derecha murciana. Un territorio que el PSOE sí que podría perder es el de Extremadura: el CIS calculaba este diciembre un posible 'sorpasso' del PP a los socialistas liderados por Guillermo Fernández Vara. Serían clave los resultados de Vox y Podemos, ya que ambas formaciones podrían entrar o quedar fuera del hemiciclo.

Buenas sensaciones del PSOE en Aragón, Navarra y La Rioja

En cambio, todo indica que los socialistas podrían celebrar victorias en Aragón, Navarra y La Rioja. Javier Lambán no solo ganaría, según el CIS, sino que además podría aumentar el número de apoyos. Lo mismo con Navarra, donde María Chivite podría obtener todavía más escaños, según calculaba el barómetro.