Nueva sesión del juicio por los atentados del 17-A. Dos agentes de los Mossos d'Esquadra que analizaron la simbología de la vestimenta de los atacantes en Cambrils en el atentado de agosto de 2017 concluyeron que los pañuelos rojos que llevaban ademanes tres de los terroristas pretendían reivindicar la figura histórica del "guerrero del pañuelo rojo" Abu Dujana, compañero del profeta Mahoma. El uso de este símbolo denota que tenían "la determinación de hacer la acción hasta el final, hasta morir." También se encontraron dos pañuelos más dentro del Audi A3 que utilizaron al atentado. Los agentes han considerado que Abdelbaki Es-Satty era "la única persona que tenía las capacidades de ejercer este proceso de radicalización extrema" que llevó a los jóvenes a querer "morir matando".
También constatan la intención suicida del ataque por la quema de documentos de identidad que hicieron poco antes del ataque en Riudecanyes o la elaboración de artefactos explosivos simulados. El pañuelo rojo tenía como objetivos "reforzar la determinación de actuar hasta morir", pero también la de "legitimar la acción terrorista en ojos de la comunidad islámica reivindicando una figura que genera cohesión" así como la de "reforzar las dinámicas de cohesión dentro del mismo grupo".
Según los mossos del ámbito de inteligencia, el simbolismo "casi litúrgico" y "oculto" del pañuelo rojo solo estaba en el acceso "de alguna persona que tuviera altos conocimientos en narrativa salafista" y creen que se trata del imán de Ripoll Abdelbaki Es-Satty. Era el miembro de más edad, con un "alto conocimiento" de la doctrina islámica y con vínculos con personas extremistas.
La huella de Se-Satty
Los agentes han citado que Es-Satty compartió piso con Belgacem Bellil, que se inmoló en el 2003 en un atentado suicida que provocó 28 muertes al Iraq. También han explicado que está "objetivado" que Es-Satty estuvo en "contacto directo" con una red de Al Qaeda desarticulada en el 2006 a la operación Chacal en Vilanova i la Geltrú y en "contacto indirecto" con miembros de la operación Tigris en Santa Coloma de Gramenet, que eran redes de reclutamiento de combatientes y también para ayudar a huir personas vinculadas con los atentados del 11-M en Madrid.
Precipitación en Cambrils
Los agentes de los Mossos que han declarado a la sesión de hoy el lunes han afirmado que el ataque de Cambrils es "precipitado" a raíz de "la explosión accidental" de la casa de Alcanar. Según los mossos que han testificado como peritos este lunes, el atentado es fruto de la "precipitación" o "improvisación" y lo extraen de elementos como la "falta de homogeneidad de la vestimenta" de los atacantes, el uso de un vehículo de dos puertas cuando eran cinco atacantes, el hecho de que compraran armas blancas justo antes o la "falta de sincronización" con el primer ataque.
Los atentados tuvieron una "planificación previa" a partir del análisis de objetivos o la fabricación de explosivos, entre otros, pero la explosión de Alcanar hizo que se improvisara, según los peritos. La acusación particular de la USPAC ha subrayado que en la elaboración del informe no se tuvo en cuenta que los atacantes estaban en Salou una semana antes del ataque con un arma blanca, entre otros elementos.
Las tarjetas de la célula
A la sesión de este lunes también ha testificado un agente de los Mossos d'Esquadra que realizó un informe sobre los movimientos de pago de la célula. En el caso de Mohamed Houli, principal acusado al juicio, constata cuatro pagos con tarjeta de crédito a su nombre en peajes relaciones con tres vehículos diferentes (el Audi A3, un Peugeot 306 y un VolkswagenGolf). En el caso de Driss Oukabir remarcan el alquiler de la furgoneta utilizada por Younes Abouyaaqoub para atentar en la Rambla.