La condena del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) a la consellera d'Acció Exterior i Unió Europea, Meritxell Serret, a un año de inhabilitación a cargo público por el 1-O y 12.000 euros de multa, ya ha provocado reacciones de varios miembros del Govern y de ERC. Una de las primeras reacciones ha sido la del presidente de ERC, Oriol Junqueras, que ha denunciado que la condena es "profundamente injusta". "El 1-O no fue delito. El referéndum no fue delito", ha reiterado Junqueras minutos después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya haya comunicado la sentencia contra la exconsellera de Agricultura por su papel en el referéndum del 2017. El líder de los republicanos ha trasladado su apoyo y agradecimiento a Serret.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha mostrado su apoyo a Serret y ha afirmado que la mantendrá a sus funciones, ya que, "la sentencia no es firme". Lo ha dicho durante una visita institucional a la desalinizadora del Llobregat al Prat del Llobregat, donde ha recordado que la sentencia del TSJC viene derivada de la sentencia del Tribunal Supremo (TS) a los líderes del 1-O, a las cuales ha tildado de "sentencias políticas porque se persiguen una actividad política", y ha afirmado que acudirán a los tribunales internacionales para defender los derechos de Serret.
La consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, también ha querido mostrar su apoyo a Serret a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, donde ha denunciado que la represión contra el movimiento independentista no se detiene, en este sentido, ha advertido "nosotros tampoco"!, y ha reiterado que "votar no es delito. Siempre contigo, consellera".
Por su parte, la vicepresidenta primera del Parlament en funciones de presidenta, Alba Vergés, ha asegurado que "no soportaron que nos atreviéramos a hacer que sea la gente que decida nuestro propio futuro político". Además, afirma que "es fobia a la democracia, es no aceptar que se pueda cuestionar la sacrosanta Unidad de España impuesta. Siempre contigo".
La consellera d'Economía y Hacienda, Natàlia Mas, también ha utilizado su cuenta de Twitter para expresar su indignación con la condena a Meritxell Serret. En la misma línea que Vilagrà ha lamentado que "la represión no se detiene, pero tampoco nos parará". Así pues, ha advertido que no darán un paso atrás y "seguiremos trabajando por la libertad de Catalunya porque defender la democracia no es ningún delito. Todo el apoyo a la consellera. Siempre a tu lado".
El alcaldable de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, ha afirmado que "ni un día de inhabilitación es aceptable por haber dado voz a la ciudadanía el 1-O de 2017. Contigo, consellera". A través de un mensaje en Twitter, ha animado a Serret a seguir trabajando "seguirás haciendo el excelente trabajo que ya haces: Representar y defender los intereses de Catalunya por todo el mundo".
Esquerra Republicana también ha mostrado su indignación con la condena a Serret. "Nueva condena injusta contra el 1 de octubre y el conjunto del independentismo", han lamentado a través de un tuit. Además, han denunciado que "la represión contra el movimiento no se detiene y se repite de forma sistémica".
El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha categorizado la condena como "injusta". "Condena injusta, por una causa judicial injusta. Cada condena y cada inhabilitación busca condenarnos e inhabilitarnos en todos", ha criticado a través de un tuit. "No pararán nunca. Toda la solidaridad con la consellera Serret".
El exconseller y expreso político, Josep Rull, también ha dicho la suya, y ha denunciado que "cumplir el mandato democrático de la ciudadanía y poner las urnas nunca puede ser un delito. Nunca".
El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, ha lamentado que la justicia española nuevamente interfiere en la política catalana. "En el Estado la política la marcan las togas y no las urnas", ha remachado a través de su cuenta de Twitter. Turull ha defendido que "el referéndum del 1-O no fue ningún delito, y por eso no merece ni un minuto de inhabilitación, prisión o exilio por nadie".