Tono poco habitual de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha decidido aparcar (temporalmente) su guerra abierta contra Pedro Sánchez y, lejos de las declaraciones altisonantes a las que nos tiene acostumbrados, se ha escabullido de las preguntas sobre la gestión de la DANA que ha asolado el País Valencià y ha rehuido cualquier crítica dirigida al president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, o a la Moncloa. “Le miento si le doy una respuesta. Es que no pensamos en otra cosa: cómo ayudar. Porque es frustrante ver todas las mañanas y todas las noches los testimonios de gente de bien sufriendo y sabiendo que lo han perdido todo. No tengo palabras, lo siento”, ha verbalizado Ayuso visiblemente emocionada durante una visita al Hayedo de Montejo (un Espacio Natural Protegido a 100 kilómetros de Madrid). Había sido preguntada directamente por la gestión de Carlos Mazón, por la declaración de emergencia nacional que pidió ayer Alberto Núñez Feijóo y por si “cuestiona algún punto” de la actuación del presidente valenciano o lo “respalda sin ningún tipo de fisuras”. Y no se ha querido pronunciar. Eso sí, poco después, a través de Twitter, Ayuso ha cargado contra la presión de Sánchez a los grupos parlamentarios para aprobar los presupuestos españoles: “El Gobierno amante de los reales decretos ha de sacar ya uno urgente para ayudar a Valencia. Chantajear mezclando presupuestos con ayudas es mezquino”, ha lamentado.
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“No se puede imaginar ni el mal cuerpo que tenemos, ni lo difícil que está siendo para nosotros mantener una agenda, una cierta normalidad y una cierta sonrisa ante las cámaras cuando por dentro estamos destrozados. No puedo decirle más que vamos a estar ahí para ayudar. Tengo un sentimiento siempre de que me falta por apoyar algo más a Valencia. No voy a hacer declaraciones, no puedo”, ha sostenido la líder madrileña. “Estamos viviendo un momento dramático, estamos sufriendo muchísimo con el pueblo de Valencia”, ha añadido.
Asimismo, ha relatado que cada día los madrileños le dicen por la calle “como les duele lo que está pasando” y le comparten la “impotencia que muchas veces genera el querer colaborar y muchas veces no saber cómo”. En palabras de Ayuso, tanto ella como el gobierno madrileño están centrados en ayudar a los valencianos: “No puedo decirle más que vamos a estar ahí para ayudar. Solo quiero lo mejor para el pueblo de Valencia, saber que vamos a llegar a todos los municipios, que no nos vamos a dejar una casa”, ha sostenido.
Feijóo pide a Sánchez que declare la emergencia nacional, cosa que quitaría el mando a Mazón, y Sánchez lo descarta
Justo ayer, Alberto Núñez Feijóo volvió a solicitar a Pedro Sánchez que declare la emergencia nacional por la DANA. Esto conllevaría retirar al president de la Generalitat, Carlos Mazón, el mando y ceder la dirección de la emergencia al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se encargaría de la “ordenación y coordinación de las actuaciones” y de la “gestión de todos los recursos estatales, autonómicos y locales del ámbito territorial afectado”. “Seguimos pidiendo, como hicimos desde el primer día, la declaración de emergencia nacional y, si se decide, tiene nuestro apoyo. Sigo creyendo que, ante un desastre de esta naturaleza, no se espera, se actúa con todo lo que uno puede aportar”, defendió el líder del PP, que evitó la crítica directa contra el presidente español. Sin embargo, horas antes, Carlos Mazón había pasado al ataque: se sacudió las responsabilidades y acusó al Gobierno del retraso de la alarma de Protección Civil y de no haber desplegado antes el ejército.
Y esta mañana, Pedro Sánchez ha cerrado la puerta a declarar la emergencia nacional aduciendo que conviene mantener el mando de la gestión de crisis en manos de la Generalitat Valenciana por “unidad, eficacia y responsabilidad”. El presidente español ha defendido la “cogobernanza” y las competencias de la comunidad autónoma, ha argumentado que una sustitución de la administración comportaría “restar eficacia en la acción de los poderes públicos” que ya llevan una semana trabajando en el País Valencià y se ha mostrado partidario de que los debates sobre “las negligencias y los errores” se tengan una vez se haya superado la emergencia. “Todos somos Estado, tenemos que cooperar”, ha concluido.