Desde el anuncio del presidente español Pedro Sánchez sobre las medidas para ahorrar el consumo energético que la crisis económica ha provocado desde la guerra de Ucrania, el debate ha derivado en un cuerpo a cuerpo entre este y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Las medidas, inicialmente, se taparon mediáticamente por la propuesta de Sánchez de no llevar corbata en pleno verano mientras lo anunciaba vestido con una americana. Desde la semana pasada, la tensión con Madrid ha ido derivando hasta escuchar a este tildar "de egoïsta" a Ayuso.
"No lo aplicaremos"
¿El motivo? La amenaza de la popular de llevar al Tribunal Constitucional el anuncio hecho por La Moncloa. Su vicepresidente, Enrique Ossorio, ha asegurado que analizaran el Real Decreto "seriamente" y emprender acciones legales. "Analizaremos seriamente el Real Decreto y si no es constitucional, lo recorreremos delante del TC, ha amenazado este martes el número dos de Ayuso. "Todo aquello que nos parezca negativo para los madrileños y también, por descontado, para los españoles, la Comunidad de Madrid, dentro de su ámbito de competencias, que no sea normativa básica, evidentemente no lo aplicará". La mano derecha de Ayuso ha indicado que es "una injerencia descomunal" que el Ejecutivo se ponga a decidir "cuál es la temperatura que tiene que haber en un lugar comercial, en un restaurante, en un cine, porque ya al comerciante y el empresario ya lo sabe que es la temperatura que tiene que poner para ahorrar energía".
Un 7% menos de consumo energético
El primer plano de ahorro de Pedro Sánchez se marca el reto de reducir un 7% el consumo. La oposición inicial de Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, consiguió una excepción nueva en materia energética para España. En concreto, no tendrá que reducir un 15% el consumo del gas, ya que es uno de los proveedores principales en el resto de socios de la Unión Europea. Pero se notarán los cambios. Entre las nuevas medidas aprobadas por el ahorro energético del gobierno de Pedro Sánchez, hay una que ha llamado especialmente la atención en las últimas horas: el límite a 27 grados del aire acondicionado en verano y de la calefacción en 19 en invierno. La punta de lanza de los reproches es un tuit de Ayuso a la respuesta inicial con uno contundente: "Madrid no se apaga".
A juicio de la popular, esta iniciativa "genera inseguridad y asusta al turismo y el consumo", motivo por el cual ya ha descartado que entre en funcionamiento en su territorio, donde parece que no habrá límite para los aires acondicionados. Yendo más allá, Díaz Ayuso asegura que también provoca "oscuridad, tristeza y pobreza", mientras señala a los promotores de la medida, el Ejecutivo, ya que cree que el nuevo tope es una cortina de humo que tapa la pregunta real que se hacen los habitantes del Estado: "Qué ahorro se aplicará el Gobierno a sí mismo?"