La Constitución no se toca. Excepto cuándo lo encuentran conveniente, primer Inés Arrimadas y ahora, Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha avalado la teoría de Ciudadanos para promover un cambio en la distinción entre regiones y naciones que hace la Constitución en su artículo número 2: "Era un guiño, una pequeña cesión a los nacionalistas para pedir su apoyo en su momento y atraerlos a firmar el proyecto de texto legal en busca del consenso". Pero ahora, ambas lo encuentran un concepto caducado.
Arrimadas se siente escuchada
La todavía líder de Ciudadanos así lo defiende: "Con la voluntad de eliminar la distinción entre nacionalidades y regiones, ha provocado que haya territorios que se consideran de primera y otros de segunda. Hay que emprender una iniciativa valiente y reformista para garantizar que España es una nación de ciudadanos libres e iguales, que se configura en 17 comunidades y 2 ciudades autónomas".
Aunque el debate se centra en la crítica y la guerra abierta mantenida con los independentistas, se originó de forma indirecta entre ellos mismos. La semana pasada, Elías Bendodo (miembro andaluz del nuevo PP de Feijóo) hizo unas polémicas declaraciones que cayeron como un cubo de agua fría entre Ciudadanos, Vox y los mismos populares, cuando aseguró que España era un país plurinacional, aclarando rápidamente que no es lo mismo "nación que nacionalidad". Ante la polvareda que levantaron estas palabras, el mismo Feijóo tuvo que correr a matizar las declaraciones de su compañero de partido, asegurando que fueron un error.
Ayuso: "A nadie le gusta al 100% la Constitución"
Ante la polémica, el liderazgo de Ayuso refuerza el mensaje de los protagonistas secundarios que han abierto el melón. La condición de españoles está por encima del resto. No alimentaré eso nunca", ha apuntado durante una entrevista en Onda Cero al ser preguntada sobre la propuesta de Ciudadanos. La presidenta, en este caso regional, también ha indicado que "a nadie le gusta al 100% la Constitución" pero que como ley se tiene que cumplir y no ha aclarado si es favorable al cambio en la redacción que propone el partido naranja.
Interpretación del artículo
En términos legislativos, la Constitución española reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de nacionalidades y regiones. Esta distinción, en contra de lo que pudiera parecer, no desplegará ninguna consecuencia juridicoconstitucional, sino que, si hay, serán meramente políticas. En efecto, hay que recordar que el motivo que llevó el constituyente a introducir el término, que no el concepto, de nacionalidad fue el de conseguir un consenso mayor entre las fuerzas nacionalistas periféricas y los ciudadanos de determinados territorios en torno al modelo de descentralización política del poder contenido en el texto constitucional que se sometería a la voluntad popular vía referéndum.
No obstante, esta es la única referencia a estas expresiones en el resto de la Constitución, ya que a partir de aquí utiliza los términos territorios, provincias, territorios insulares y comunidades autónomas.