Ya pasó en la convención del pasado octubre en València. Seis meses más tarde, la historia se ha repetido en Sevilla: Isabel Díaz Ayuso ha sido recibida con ovación y aplausos en el congreso extraordinario del Partido Popular, más que nadie más. Ella no tenía que ser la protagonista, pero ha eclipsado a todo el mundo, incluso al gallego Alberto Núñez Feijóo que tiene que asumir las riendas de la formación. Su discurso, uno de los más esperados, ha estado a la altura de las expectativas. Esta vez ha cargado contra lo que ha bautizado como "ecofeminismo resiliente empoderado con perspectiva de género sostenible" y ha denunciado que hay españoles a quienes se "priva" de poder estudiar en castellano. Y también ha tenido un mensaje para Feijóo: "No nos hemos reunido aquí simplemente para ganar un congreso, sino para ganar elecciones".
La lideresa ha intervenido en el marco de una mesa de presidentes de gobierno del PP. Ha sido la más escuchada y la que más se ha hecho escuchar. Responsable de la guerra que llevó a esta situación, Ayuso ha llegando todavía con facturas para cobrar, recordando que "esta es la respuesta a una crisis que nunca debió existir" y que ahora toca "salir de Sevilla fortalecidos en torno a un liderazgo". Y enseguida ha pasado al ataque, contra el Gobierno "con comunistas y que se se aguanta en golpistas y amigos de terroristas", un gobierno que "no existe en Occidente". Y contra lo que ha bautizado, con sarcasmo, como "ecofeminismo resiliente empoderado con perspectiva de género sostenible". Una Ayuso que no ha desperdiciado para contraponerse a La Moncloa: "Nosotros somos el PP. No somos burócratas socialistas. Y si el gobierno no sabe, que se aparte. Y si no entiende, que deje de hacer tanto daño".
Después de este congreso, ha continuado la presidenta de la Comunidad de Madrid, toca "ganar elecciones" (no sólo congresos) y "recuperar la España constitucional y la plena vigencia del Estado de derecho", una circunstancia que no se da ahora mismo porque "a algunos españoles se les oculta su propia historia y se les priva de estudiar en la lengua común". Y Ayuso ha advertido que la soberanía tiene que ser siempre española: "El futuro de Catalunya, el País Vasco, Ceuta y Melilla lo decidimos entre todos".
Feijóo, "alternativa" a los independentistas
Albert Núñez Feijóo también ha participado de esta mesa, en su condición de presidente de la Xunta de Galicia. Ha pronunciado un discurso breve, consciente de que tenía que volver a hablar, y se ha dedicado a reivindicar su gestión al frente de la administración autonómica. "Tenemos políticas alternativas al socialismo, al populismo y al independentismo. Tenemos un modelo de gestión sólido, serio y perfectamente reconocible," ha defendido al dirigente gallego. Por su parte, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha dejado claro después del pacto de coalición con la extrema derecha de Vox que "lo que regirán son los principios, valores y políticas del Partido Popular".
Sólo dos de los presidentes se han referido en sus discursos al presidente saliente del partido, Pablo Casado. Han sido justamente el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, y el de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas. El resto se han olvidado completamente de él.
Rajoy y el 155
En la jornada de este viernes también han intervenido los dos expresidentes españoles, Mariano Rajoy y José María Aznar, que han cerrado filas con Feijóo y han reclamado unidad en torno a su liderazgo. En el caso de Rajoy, además, ha querido reivindicar en dos ocasiones su actuación contra el referéndum del 1-O con la aplicación del artículo 155. "Ahora el independentismo sabe que el Estado tiene instrumentos para defenderse", ha sostenido el dirigente gallego. Y si ahora "las cosas están más tranquilas" no es "por no sé qué proceso de diálogo", ha rebatido, sino "porque la gente toma nota cuando les pasa lo que les pasa".