La decisión del presidente andaluz, Juanma Moreno, de eliminar el impuesto de patrimonio ha servido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para situarse de nuevo en la primera plana de la actualidad política. Y es que con este paso, Andalucía se convierte en la segunda comunidad autónoma a dar este paso después, precisamente, que el año pasado el gobierno de la capital también lo hiciera. Ayuso se ha alzado como una de las principales críticas de un tributo que afecta exclusivamente a las rentas más altas y que el año pasado ahorró 992 millones de euros a 18.000 millonarios, según cálculos de elDiario.es. Este martes, la madrileña se ha pronunciado nuevamente en defensa de la eliminación de tasas.

"Seré la peor pesadilla de las personas que intenten subir los impuestos a la Comunidad de Madrid", ha advertido. Para escudarse, Ayuso ha señalado la actual situación económica, marcada por la incertidumbre a causa de la guerra en Ucrania que ha generado una crisis energética y el aumento de los precios. "No se entiende que con lo que se está viviendo, comunidades autónomas que somos motor de creación de empleo y motor económico para España se nos niegue esta libertad y prosperidad y se nos intente cerrar", ha lamentado. Unas palabras que, de hecho, han ido dirigidas directamente al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, por lo que había dicho un rato antes.

 

Recentralización fiscal, la propuesta de Escrivá

Es este ministro quien, después de la iniciativa andaluza de eliminar el impuesto de patrimonio, se ha pronunciado para proponer hacer frente con una recentralización de los impuestos, así como una limitación de la cesión de estos, para evitar el "despropósito" de que las comunidades autónomas compitan entre sí en materia fiscal. Frente a la apuesta del Partido Popular de reducir los tributos, Escrivá ha planteado que "sería conveniente reducir el margen de las comunidades para decidir la política fiscal". "En España estamos muy instalados en esta cesión de impuestos que generan derivas indeseables como las que estamos viendo estos días", ha dicho, defendiendo la necesidad de políticas redistributivas.

Rápidamente, sin embargo, ha salido al paso la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, para desautorizar desautorizar a su compañero y recordar que sus palabras eran a título individual. Para La Moncloa, la fiscalidad se tiene que ligar al debate de financiación autonómica, que ahora mismo está parado, y se tiene que empezar armonizar impuestos antes de entrar en la recentralización y sacar competencias a las autonomías que, entre otros, gestionan el de patrimonio. Dicho de otra manera, conseguir un mínimo común denominador entre comunidades para evitar que ninguna de ellas pueda bajar los tributos por debajo de estos umbrales, como han hecho la Comunidad de Madrid y Andalucía, y siempre con el consenso autonómico.