La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido los cinco siglos de capitalidad de Madrid y ha advertido que "ninguna nación pondría en peligro un patrimonio parecido". En el acto institucional del Dos de Mayo, Ayuso no ha dudado en insistir en su menosprecio hacia el pueblo catalán y vasco, afirmando que tan mal no lo están haciendo cuando "pasan los años y en Madrid sigue sin haber charnegos, ni maquetos, ni forasteros". Aunque, ha sacado pecho de ser una región que acoge en todos sin dejar de perder su esencia. "Los madrileños han conseguido un extraño equilibrio: ser amables con todos y, al mismo tiempo, capaces de satisfacer las ganas de triunfar del más exigente", ha remarcado. "Tierra de buena gente que admira quien tiene alguna cosa buena por hacer y contar", ha afirmado la presidenta madrileña.
Defensa encarnizada de Madrid
Durante su intervención, la presidenta madrileña ha afirmado que "un español sigue siendo reconocible en cualquier parte, como lo es el estilo de la vida madrileña. Sin dejar de cambiar con los siglos, hemos mantenido una cosa común que sorprende, desconcierta y entusiasma el mundo: la alegría, el sentido de la familia, los amigos, la necesidad de que nuestra vida más personal tenga raíces, que es lo que nos permite ser verdaderamente libres e innovar," ha afirmado. En este punto, ha indicado que ve "perfectamente posible" que los madrileños actuales pudieran compartir con sus antepasados "una caña o un vino", recordando "aquello bueno y malo" que han pasado, tanto ayer como hoy.
"Los madrileños de 1808 se admirarían de todo lo que hemos conseguido juntos. Somos una nación próspera, puntera en infinidad de disciplinas, seguimos siendo una potencia cultural, y somos más acogedores que nunca", ha subrayado, al mismo tiempo que ha defendido que a los madrileños no les falta ni "ilusión" ni "trabajo" para estar a la altura del patrimonio que heredan.
Tensión entre Bolaños y Ayuso
El momento más tenso de la jornada del Dos de mayo ha sido el enfrentamiento entre el Gobierno y el de Díaz Ayuso cuando han impedido al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, a quien se había acusado de "autoinvitarse", subir a la tribuna principal del desfile-cívica militar de las celebraciones institucionales del Dos de Mayo, mientras que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha ocupado un lugar de honor.
Durante el discurso de la presidenta en la Real Casa de Correos, el ministro de Presidencia ha ocupado un sitio en primera fila, al lado de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y al lado del Delegado del Gobierno, Francisco Martín. Pero, en cambio, cuando se ha iniciado el desfile, Bolaños ha intentado subir a la tribuna, junto con el resto de representantes políticos, pero los miembros de protocolo de la Puerta del Sol le han impedido el paso. El equipo de protocolo de Ayuso asegura que el ministro de Presidencia -quien sí que asistió el año pasado en lugar de Pedro Sánchez- no ha sido invitado a los actos, por lo cual ven su asistencia como "una provocación".