La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cargado a izquierda y derecha del hemiciclo en un tema candente: la voluntad de Vox de derogar las leyes LGTBI a la Comunidad.
El partido de extrema derecha, principal apoyo de la presidenta madrileña, había propuesto derogar las leyes que protegen y defienden los derechos del colectivo LGTBI a Madrid aprovechando su posición determinante para aprobar los presupuestos del PP. Ahora, Ayuso ha lanzado en medio del pleno de la Asamblea de Madrid: "No derogaremos ninguna ley LGTBI".
Esta afirmación no iba dirigida a Vox, sino a las formaciones de izquierdas que han cargado contra la presidenta madrileña. Ayuso ha renegado de los planes de la extrema derecha respondiendo a la pregunta del portavoz adjunto del PSOE, Jesús Celada, pero ha aprovechado la ocasión para abalanzarse contra la izquierda madrileña.
Perdiendo los papeles
Ayuso se ha mostrado más dispuesta a no derogar las leyes para no dar motivos a la izquierda para quejarse, que por convicción. Tanto es así que ha llegado a decir a Celada: "No tendrán motivos para ir a las pancartas como tanto les gusta. No tienen motivos; dejen de colectivizar homosexuales y transexuales porque no derogaremos ninguna de estas leyes".
Acto seguido, la presidenta ha vuelto a quitar hierro a la importancia de defender las leyes que protegen los derechos del colectivo y ha divagado sobre el papel del PP como defensor de las clases medias y "los curritos". "El 80% de las desigualdades las causa el desempleo, el paro y Ustedes están siendo una fábrica de pobreza y miseria. Ciudadanos de primera y de segunda no es igualdad, eso es socialismo. ¿De qué igualdad me hablan si están arruinando España?", ha lanzado a la dirigente madrileña.
Esta diatriba podría inducir a pensar que Ayuso y su gobierno finalmente darían apoyo a derogar las leyes mencionadas, pero la presidenta madrileña ha insistido en decir que no quiere dar motivos a la izquierda para que se manifieste en contra suya.
Si bien ha abandonado a Vox en la cruzada contra los derechos del colectivo LGTBI, no lo ha hecho con sus políticas fiscales, ya que la dirigente ha llevado a la cámara una reforma fiscal que era "idea original de Vox", segundo ha recordado Celada.
Más tensiones con Vox
La presidenta madrileña se encuentra en el centro de muchas tensiones dentro y fuera de su partido. En este caso está fuera, concretamente, con su gran apoyo a la Comunidad de Madrid. Las leyes LGTBI no son el único punto de discordia entre las dos formaciones. En el mismo pleno la portavoz de Vox a la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha exigido este jueves a Isabel Díaz Ayuso, que elimine las subvenciones a sindicatos y ella contestación que responden a "criterios objetivos" y que su tarea está recogida en la Constitución.
Una respuesta inaceptable para Monasterio quien ha censurado que se dedique esta cantidad a los sindicatos "de la hoz y el martillo", que son "corruptos". "Estos mismos sindicatos que cuando el golpe de Estado de Catalunya defendían el derecho de autodeterminación, los mismos que critican el acuerdo de Presupuestos, los mismos, que, además, os montan vagas sanitarias en plena pandemia, los mismos que son amigos de quienes lo insultan cada día aquí al Pleno, los mismos que queman las calles y que lo verá Usted la semana que viene," ha declarado.