El PP no aprueba el impuesto a las grandes fortunas que el Gobierno estudia aplicar a partir del 2023 y lo acusa de querer un Estado donde haya "cuanto más pobres mejor". El rechazo de la tasa ha servido a los populares para exhibir sintonía y unidad, tarea que se ha encomendado el presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, después de la debacle divisoria entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Lo han hecho en un acto del Campus FAES recogido por Europa Press, en el cual Feijóo ha querido mostrar que cuenta con la aprobación de la vieja retaguardia del partido, José María Aznar. Durante su conversación en la clausura del campus, el expresidente español ha aprovechado para criticar fuertemente las medidas del Ejecutivo para hacer frente a la crisis económica. Aznar ha incidido especialmente en el impuesto a las grandes fortunas, el cual cree que es propia de "la izquierda desnortada y carnívora, no herbívora", ha remachado.
"Acabar con los pobres"
Para el presidente del PP, el gravamen que pretende introducir de manera temporal a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no hace nada para mejorar la economía, y se aleja de lo que tendría que ser el objetivo, "acabar con los pobres", y no con la riqueza. Feijóo es de la opinión que el gobierno de Pedro Sánchez solamente busca "distraer" la población con esta medida, mientras que "no quiere bajar los impuestos a las rentas medias y bajas". Con un tono más mesurado que Aznar, Feijóo ha opinado que el impuesto a las grandes fortunas es "minoritario" y "entra dentro de la autonomía fiscal de las comunidades autónomas", en alusión al impuesto de Patrimonio y la decisión del gobierno andaluz de eliminarlo. "Estamos viendo una serie de frivolidades fiscales enormes", ha alertado Feijóo, y ha insistido en que España tiene que atraer patrimonio, no expulsarlo".
"España necesita seis millones de ricos"
Por su parte, Aznar no ha tenido pelos en la lengua a la hora de tildar el gobierno de Sánchez de "izquierda carnívora", quizás en referencia al lema anticapitalista que anima a 'comerse los ricos', y lo ha acusado que querer "cuanto más pobres mejor" para hacerlos "dependientes", mientras que según su opinión, España lo que necesita son más ricos. "En España hay 200.000 ricos. Es una miseria de ricos. Necesitamos seis millones de ricos", ha afirmado, para después describir la política del Gobierno de "propia de una izquierda que ha perdido el norte y carnívoro, no herbívoro," haciendo alusión a las polémicas de los partidos de izquierda, exacerbadas por los de derechas, sobre el consumo de la carne.