Después de decidir no presentarse a las elecciones generales del 23-J tras la derrota electoral en las municipales que les ha borrado del mapa político en prácticamente todo el Estado, Ciudadanos aseguró que se mantendría vivo en Catalunya, territorio donde nació. Ahora, sin embargo, el partido se tiene que enfrentar al adiós de una de sus caras visibles en el país y en el Parlament: tras el batacazo del 28-M, Nacho Martín Blanco, su portavoz parlamentario renuncia al escaño, a los cargos de partido a la Ejecutiva y deja la política en lo que ha descrito desde el atril del Parlament como una "decisión difícil que no querría haber tomado" pero que ha atribuido a su pesimismo con respecto al futuro del partido. Según ha detallado desde el atril del Parlament, ayer miércoles explicó su decisión al líder del partido a Catalunya, Carlos Carrizosa, a quien considera el gran amigo que ha hecho en política, y ha reconocido que algunos de sus compañeros se han mostrado decepcionados con él. "Tengo que admitir que no comparto la visión optimista sobre el proyecto", ha confesado Martín Blanco, pero que ha rechazado hacer reproches al partido por el cual era diputado desde el 2018.
Blanco, muy pesimista con el futuro del partido
"Los resultados en las últimas elecciones tanto en las municipales como en las autonómicas de Andalucía o Madrid son decepcionantes y han dejado un espacio político con unos réditos electorales muy reducidos, incluso hasta la mínima expresión. Eso ha tenido efectos en nuestro electorado y en los cargos y dirigentes del partido", ha reconocido, también insistiendo en que su visión sobre su futuro es pesimista, hasta el punto en que durante una reunión de la ejecutiva permanente posicionó a favor de no presentarse a las generales e hizo una "reflexión sobre la viabilidad del partido", reconociendo que "ha perdido la esperanza".
Preguntado por si la decisión de Inés Arrimadas de abandonar la política después del 28 de mayo ha sido un elemento catalizador a la hora de tomar esta decisión, ha considerado que si bien le provocó "una pena enorme como a final de una etapa preciosa", este no ha estado el motivo de su adiós: "Yo me marcho por razones personales y de introspección, no porque ella se haya ido", ha resumido. Con todo, ha vuelto a alabar la tarea de quien fue la líder de la oposición a Catalunya después de las elecciones del 155, describiéndola como una "líder histórica y única en la vida política de Catalunya y España que ha representado mejor que nadie los valores del liberalismo".