El exdiputado de Ciudadanos en el Parlament por Girona Alfonso Sánchez se ha dado de baja de la militancia del partido, siguiendo los pasos del líder de la formación en Girona, Jean Castel y otros miembros de la formación.

Sánchez asegura que el acuerdo de la formación con el Gobierno aleja el partido "de las esencias reales de lo que era Cs". El exdiputado lamenta que la dirección del partido avale "ir de la mano de aquellos que pactan con los separatistas". Alfonso Sánchez empezó a militar en Ciudadanos en el 2012. Actualmente era portavoz de la formación en el Ayuntamiento de Tossa de Mar (Selva), donde mantendrá el acta de regidor, según han confirmado fuentes próximas.

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Sànchez ha comunicado su decisión a través de las redes sociales en un comunicado en que afirma que "hace meses" que él y otros compañeros mostraban su desacuerdo con "el acercamiento de Cs con el gobierno de Sánchez e Iglesias". Por eso ha decidido finalmente dejar la militancia. "Ya no creo, ni confío, ni me identifico", ha añadido en el comunicado el exdiputado.

El todavía concejal en Tossa de Mar lamenta que la formación haya pasado de ser "el partido de la ilusión, al partido de la ambición". Además, acusa a la dirección de apartar "de cualquier decisión" a aquellas personas críticas con los líderes actuales o que "tenga sus raíces en la época de Albert Rivera, José Manuel Villegas y Franc Hervías".

Alfonso Sànchez se presentó como a jefe de listas en Tossa de Mar las elecciones del 2015 y ha sido diputado en el Parlament durante dos legislaturas. Dentro del partido ha sido parte del Comité Territorial, fue responsable de Organización y Territorio de Girona y miembro nacional de la Comisión de Garantías y Valores de Cs durante cuatro años.

El goteo inacabable

Desde que el PSOE anunció que contaba con el apoyo del partido naranja para echar al gobierno del PP de Murcia con una moción de censura, la formación no ha parado de perder comba. El acercamiento de la dirección naranja a los socialistas no ha gustado a muchos dirigentes y exdirigentes, que se han acabado marchando al PP o dejando la política. Y todo ha sido en vano, ya que finalmente ni la moción murciana ni la de Castilla y León han tenido éxito a causa de la fidelidad o del transfuguismo de los diputados naranjas.