Enfadada, decepcionada y engañada. Así se ha definido Dolors Bassa después de la retirada del tercer grado a los presos de Lledoners. En una entrevista en RAC1, la consellera encarcelada (ahora en semilibertad) ha lamentado que el Gobierno los haya "engañado" con la cuestión de los indultos y ha criticado que tampoco se haya abordado la promesa de la reforma del Código Penal por el delito de sedición como se había prometido.
"Es una ignominia. Llevamos mucho tiempo con buenas palabras políticas, pero no hay hechos", ha afirmado. Sin embargo, ha reivindicado que la única salida política al conflicto catalán es el diálogo, aunque ha advertido que la mano tendida "no es para siempre".
La republicana ha lamentado que el Gobierno sólo dice "buenas palabras" pero que a la hora de la verdad "no hay ningún hecho". Y ha apuntado a la Fiscalía como responsable y, por lo tanto, al Gobierno. "Parece que una de las razones es el arrepentimiento. ¿Arrepentimiento a las ideas o a los hechos? Si es a los hechos, estamos inhabilitados. Si está en las ideas, es inverosímil que se diga en una democracia que por las ideas tiene que estar en la prisión", ha argumentado.
Bassa ha añadido que los presos y las presas del 1-O han hecho todo lo que se tenía que hacer para tener un buen comportamiento en la prisión y ha concluido que no entiende por qué no pueden estar en tercer grado si no es por sus ideas.
Su caso
La exconsellera ha afirmado que tiene la esperanza de que el juez de vigilancia penitenciaria de Wad Ras y Puig de les Basses mantenga el tercer grado para ella y para Carme Forcadell. En este sentido, ha recordado que hace seis meses ya les aprobaron el régimen de semillbertat y ha dicho que no entendería por qué razón no lo volviera a hacer.
Bassa se ha referido al juez encargado de resolver su caso y el de la expresidenta del Parlamento como una persona que lleva años y espera que independientemente de lo que dijera el Tribunal Supremo en diciembre, ahora los vuelva a avalar el tercer grado. Además, ha recordado que ahora ya han cumplido más de una cuarta parte de la condena.