Ante la amenaza de la variante Ómicron, el Gobierno insiste en que el Estado no ha detectado ningún caso confirmado y ha impuesto restricciones pero tampoco la suspensión inmediata de aquellos que llegan procedentes de Sudáfrica y los países vecinos donde esta variante ha cogido fuerza.
La detección de esta nueva amenaza del coronavirus coincide con la celebración de la Asamblea de la Organización Mundial del Turismo, OMT, a Madrid. La jornada empieza hoy y ya ha provocado la alerta del Aeropuerto de Barajas, ahora llamado Adolfo Suárez, para poder controlar la entrada de más de una treintena de delegados procedentes de estos países.
Así pues, vendrán de Sudáfrica pero también de Namibia, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Zambia y Esuatini. En paralelo, varios países ya han suspendido vuelos con Sudáfrica. El primero fue el Reino Unido y lo han seguido Francia, Italia, Alemania, Singapur, Austria, Dinamarca e Israel, entre otros. Lo mismo han hecho Unión de los Emirates Árabes Unidos, Arabia Saudí, Filipinas y Egipto.
¿Qué exige Moncloa?
España, que no tiene vuelos directos con Sudáfrica, ha mantenido las restricciones habituales en la entrada de viajeros procedentes de este país y Botsuana. En paralelo, el Ministerio ha adelantado que adoptará "con carácter inminente" una resolución de la Dirección General de Salud Pública para exigir a aquellos pasajeros que provengan de países de riesgo, además de la vacunación, una prueba PDIA (test de antígenos o PCR). Y también propondrá suspender los vuelos en el próximo Consejo de Ministros. Pero las medidas no afectan, de momento, a una Asamblea mundial sobre turismo que ya hoy ha dado el pistoletazo de salida.
La Asamblea reunirá presencialmente a 150 delegados de todo el mundo, 500 contando los virtuales, según informa a esta organización de que pertenece a las Naciones Unidas. Es decir, el OMT representa la misma institución que la OMS, una por turismo y la otra por salud. Ambas sin embargo, ahora chocan en un conflicto de intereses.
Muchos de los delegados africanos ya llegaron la semana pasada y, a la vez, se hace difícil entender como pueden imponer una cuadragésima obligatoria a todos ellos de diez días si la jornada implica, precisamente la presencialidad de ellos a todos los actos. Otra incongruencia es que se ha decidido mantener este celebración pero no la conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, Suiza, precisamente, por la misma razón.
Lo más anecdótico del caso es que la capitalidad de Madrid llega por la renuncia de Marrakesh ante el riesgo epidemiológico. La 24.ª sesión de la Asamblea General empezará con la celebración de la sesión plenaria de los miembros afiliados de la organización, en la cual compartirán iniciativas para la recuperación del turismo e ideas para el crecimiento sostenible. También se espera que aprueben el marco jurídico revisado por los miembros afiliados y se cerrará el próximo 3 de diciembre.