De las actas de los registros del lunes 1 de marzo, cuando efectivos de los Mossos d'Esquadra detienen a los principales responsables del caso Barçagate y entran simultáneamente en varias empresas, sale un frente antiindependentista.
Los atestados policiales y el sumario, al que ha tenido acceso El Nacional.cat, muestran la confesión de Jaime Malet y su vinculación con toda la trama que salpica al Barça. Malet es empresario y presidente de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en España y antiindependentista furibundo.
Malet está relacionado con la Fundación Joan Boscà, muy próxima a la entidad españolista Societat Civil Catalana, que montó varias campañas contra el independentismo y organizó importantes manifestaciones unionistas a las que asistieron partidos como el PSC, Cs, PP y Vox. Además, Malet también buscó financiación para la campaña de Manuel Valls al Ayuntamiento de Barcelona.
Se sospecha que la Fundació Joan Boscà vehiculaba aportaciones per finançar las actividades de Societat Civil Catalana, que tenía que servir para plantar cara desde el unionismo a la independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Nicestream y I3Ventures
En el informe de los Mossos queda claro que Malet intermediaba entre el Barça y Nicestream, el grupo de empresas a la que pertenece I3Ventures. Nicestream también hizo campaña contra el independentismo con 900 cuentas en Twitter entre el 2014 y el 2015. Durante aquellos años se calcula que se dispararon más de 240.000 mensajes desde cuentas fake y de Sociedad Civil Catalana contra el procés.
El grupo de empresas tenía una larga experiencia en el juego sucio en Twitter y aplicaba la misma estrategia para blanquear la imagen de Josep Maria Bartomeu que utilizó para cargar duro contra el independentismo. Solo 15 días antes de los registros, Malet es recibido por el Rey, Felipe VI, en una audiencia con la Junta de Gobierno de la Caámara de Comercio de los EE. UU.
Gracias a S.M. el Rey por recibirnos a la Junta de Gobierno de @AmChamSpain https://t.co/EHVMf7Dmgu
— Jaime Malet (@JaimeMalet) February 16, 2021
Malet y el Barçagate
A las 8:10 h del 1 de marzo la policía entra en Telampartner SLP, la empresa de Jaime Malet. Los Mossos d'Esquadra encuentran en el despacho los contratos con I3Ventures y facturas con esta empresa. Malet se muestra predispuesto a colaborar y cede su ordenador para que lo puedan revisar.
La policía revisa correos electrónicos y varios archivos y encuentra varios acuerdos con Carlos Ibáñez, responsable d'I3Ventures: una adenda, un correo entre Malet e Ibáñez sobre una cuenta corriente y un dosier sobre el monitoreo de opiniones sobre el Futbol Club Barcelona.
Cuatro horas después del inicio del registro llega la decana del Colegio de Abogados de Catalunya, la abogada Maria Eugència Gay, y está presente durante el final del registro y durante la explicación, que, de manera voluntaria, da Jaime Malet a los Mossos.
Malet confiesa que desde el 2015 ha dado apoyo a la compañía Nicestream para que se pudiera afincar en España y que fue intermediario con el Futbol Club Barcelona para promover su contratación de servicios. De hecho, llegan a firmar un contrato por el que Malet presentará a futuros clientes, entre los cuales está Josep Maria Bartomeu.
Jaime Malet promueve una reunión con la finalidad de que la compañía Nicestream conozca a Bartomeu y la junta directiva. Explica que en aquel momento el club recibía ataques en las redes sociales con la etiqueta #bartomeudimission por parte de un movimiento, que según Malet, quería acceder a la presidencia del Barça.
Jaime Malet ya no interviene más, pero cobra periódicamente las comisiones que le correspondían del contrato que firma el Barça con Nicestream. Durante su explicación a los Mossos, Malet, insiste en que su trabajo es presentar futuros clientes a las empresas a cambio de cobrar una comisión y que él no se mete en el negocio.
Malet se muestra preocupado durante la conversación con la policía por si su vinculación con el caso trasciende a la prensa. Hay tres contratos más con el Barça que estaban preparados, pero no firmados, y alega que podrían dañar la imagen de terceros.