Barcelona.
Sábado, 18 de febrero de 2017. 19:01 Actualizado: Martes, 20 de agosto de 2019. 12:22 Tiempo de lectura: 9 minutos
Las calles de Barcelona se han desbordado hoy de nuevo. Esta vez, en un grito de solidaridad desde Catalunya a favor de los refugiados. Miles de personas, han compuesto un río azul de protesta ante la incapacidad de los gobiernos de la UE de dar respuesta al drama humano que asola las fronteras de Europa. Han sido más de 300.000 participantes, según los organizadores, 160.000, según la Guardia Urbana.
La manifestación ha arrancado a las cuatro de la tarde de la plaza Urquinaona, impulsada por el colectivo Casa Nostra, Casa Vostra y tras el lema "Basta de excusas. Acojamos ahora". Ha enfilado la Via Laietana hasta llegar a la plaza de la Barceloneta, delante de la playa, donde se ha instalado el escenario de los parlamentos. Desde el mar, seguía la escena el barco de Barcelona Open Arms.
Todo el recorrido ha servido para transmitir un mensaje claro y contundente desde Catalunya de solidaridad con el refugiados, de compromiso ante su padecimiento y de voluntad de acogida. Los llamamientos a favor de la apertura de las fronteras se ha alternado con la denuncia del discurso xenófobo y racista.
Pacto por los derechos de los migrantes
El portavoz de Casa nostra, Casa vostra, Ruben Wagensbert, ha exigido en el acto de clausura que el dinero público deje de gastarse en vallas y que la UE sancione a los Estados, como el español, que incumplen los compromisos de acogida.
Wagensberg, que ha subrayado que esta tarde por las calles de Barcelona la ciudadanía ha ido una vez más por delante de las administraciones, ha reclamado un gran pacto por los derechos de las personas migrantes que sirva también para replicar a la ola de fascismo que recorre Europa. "Instamos a las instituciones catalanas a hacer un frente común. Hagámoslo, vayamos a donde haga falta y lleguemos a donde haga falta, pero tenemos el deber y la obligación de hacerlo", ha reclamado.
"No pararemos hasta que estén aquí y se puedan ganar el futuro que cualquier persona se merece", ha advertido Lara Costafreda, también coordinadora de Casa nostra, casa vostra, cuando ha tomado la palabra desde el escenario.
Al acabar, los responsables de la organización se han trasladado hasta el Palau de la Generalitat para transmitir sus reivindicaciones al president, Carles Puigdemont.
Al presentar el acto, la periodista Mònica Terribas ha advertido que esta manifestación responde a un movimiento social, transversal, que representa un compromiso ético, que quiere denunciar la inacción del Estado español durante los cinco años de crisis, pero también da un toque de atención a la respuesta desde Catalunya: "Podemos hacer más y hacerlo mejor, seamos exigentes y autocríticos más todavía de lo que somos".
Desde el escenario se ha escuchado también la voz de los refugiados, a través de la bosniana Dara Ljubojevic que llegó a Catalunya durante la guerra de los Balcanes, y la siriana Meere M. Zaroor.
No más muertes. Abramos fronteras
Mientras se celebraba el acto en la Barceloneta, la Via Layetana continuaba rebosante de gente. La manifestación se ha dividido en diferentes bloques. "No más muertes. ¡Abramos fronteras!" y "Catalunya, tierra de acogida", abrían las dos cabeceras alternativas a la principal.
Los organizadores, que se proponían conseguir la movilización mayor de Europa para exigir un cambio de política con los refugiados, habían recabado el apoyo de organizaciones sociales y culturales de toda Catalunya. Esta tarde han encontrado una respuesta que, según fuentes de este movimiento, incluso ha superado sus expectativas.
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Entre los manifestantes, han desfilado por las calles una importante representación de la política catalana. No ocupaban ninguna cabecera, tampoco se han reproducido los momentos de tensión que se registraron el sábado pasado en el concierto reivindicativo del palacio Sant Jordi a raíz de la denuncia de algunas intervenciones, como la del periodista Jordi Evole, sobre la respuesta de las instituciones catalanas.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, encabezaba la lista de rostros del mundo político; del Govern, los consellers Neus Munté (Presidència), Dolors Bassa (Benestar i Família), Toni Comín (Salut), Meritxell Borràs (Governació) y Meritxell Serret (Agricultura); la representación municipal la encabezaba la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; han participado también numerosos diputados del Parlament y del Congreso.
Los organizadores, que se proponían conseguir la movilización más grande de Europa para exigir un cambio de política hacia los refugiados, han buscado el apoyo de organizaciones sociales y culturales de todo Catalunya. Y esta tarde han encontrado una respuesta que, según fuentes de este movimiento, hasta ha superado sus expectativas.