La ciudad de Barcelona se ha levantado esta mañana blindada por un espectacular dispositivo policial para proteger el Consejo de Ministros que este viernes está reunido en la Llotja de Mar. Todos los accesos al Pla de Palau, donde se encuentra la Llotja, estaban cerrados por la policía al igual que el paseo de Isabel II delante del Moll de la Fusta, el acceso al cual se había cortado desde Drassanes.
Fuentes de la Moncloa han intentado quitar hierro al control policial y ponían el acento en el hecho de que el presidente Pedro Sánchez, al igual que la vicepresidenta, Carmen Calvo, y las ministras Meritxell Batet, Nadia Calviño y Magdalena Valerio han llegado paseando hasta la Llotja desde el hotel Duquesa de Cardona, donde han pasado la noche. Se asegura que este paseo era un signo de "naturalidad" y normalidad y relativizan el cierre de calles asegurando que todos los Consejos de Ministros están protegidos por un fuerte cordón de seguridad.
Lo que no era nada normal para los barceloneses era el aspecto que ofrecía el paseo, cortado a la circulación de peatones y vehículos y con las líneas de autobús interrumpidas, y con decenas de furgonetas policiales y controles blindando todos los accesos.
Mientras Sánchez pasea en solitario los escasos 300 metros que separan el hotel del edificio de la Llotja, los cortes de carreteras y las marchas lentas se repetían en diferentes puntos de la red vial catalana. A la misma hora se producían escenas de tensión en el Paral·lel, al otro extremo del paseo, con enfrentamientos entre Mossos y manifestantes que intentaban romper el cordón policial, y que han desembocado en cargadas.
A pesar de los controles, desde el Pla de Palau se pueden escuchar las protestas de los CDR que se van concentrando ante los cordones policiales y los gritos y proclamas del acto organizado por la ANC delante de la estación de Francia. Además, de manera espontánea, vecinos del Pla de Palau han protagonizado una cacerolada coincidiendo con la entrada de los ministros en la Llotja. Los miembros del Gobierno que venían del aeropuerto han llegado con un autocar blanco por el paseo de Isabel II cortado al tráfico.
A lo largo de la mañana, portavoces de la Moncloa han insistido repetidamente en que todo transcurre con absoluta normalidad e incluso aseguran que hay poca gente en las concentraciones.
Antes de empezar la reunión, Sánchez ha desayunado con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en un encuentro acordado anoche durante la cena de Foment. La alcaldesa le ha regalado un libro de Manuel Sánchez Montalbán. Los dos han desayunado en el hotel Duquesa de Cardona.